
Cuando se trata de mejorar nuestros hábitos, la motivación abunda. Kory Guerrero, especialista en Nutrición Pro-Resolutiva y Metodología Deportiva, nos comparte en entrevista lo que verdaderamente determina el éxito, mencionando que no es la voluntad, sino la estrategia. Con un enfoque práctico y empático, Guerrero propone un camino accesible hacia una vida más sana, sin caer en planes inalcanzables ni tendencias pasajeras.
DIETA REALISTA
Para Guerrero, todo empieza con una pregunta: ¿qué es realista para ti? Comer saludable no significa complicarse ni gastar de más. “Lo que elijas debe ajustarse a tus necesidades, estar al alcance y no requerir horas de preparación”, explica.
La clave está en simplificar. Comprar alimentos que lejos de una larga preparación sean de uso práctico como son las lechugas en bolsa, verduras congeladas, arroz, huevo, pollo desmenuzado o asado son parte de una canasta básica útil y accesible. “Las verduras son el esqueleto de la dieta. Si no las consumes, tu cuerpo se desbalancea, se llena de antojos”, comenta.
Incluir alimentos como el aguacate no solo mejora la saciedad, también ayuda a regular colesterol y triglicéridos. Y si el tiempo apremia, recurrir a estrategias como cocinar los domingos alimentos que sean para varios días o usar proteínas en polvo puede ser una solución práctica para mantener una alimentación completa sin complicaciones.
EJERCICIO Y SALUD: LO QUE SÍ FUNCIONA
Kory Guerrero insiste en que cualquier ejercicio suma, pero debe adaptarse a la realidad de cada persona. La dosis mínima para activar el cuerpo es una sesión a la semana de entre 45 minutos y una hora. Si el tiempo escasea, es posible dividirlo en micro sesiones de 5 a 10 minutos al día. Y si se desean resultados visibles, especialmente a nivel físico, es necesario ajustar la frecuencia según la edad.
“Si tienes menos de 30 años, intenta ejercitarte al menos tres veces por semana. Después de los 30, 40 o 50, lo ideal es hacerlo de cinco a seis días”, señala.
El problema, dice, es que muchas personas hacen lo contrario: entre menos se cuidan, peor comen, se mueven menos, se desvelan más. “Ese es el combo perfecto para el desastre”, advierte.
Muchas veces, los problemas de salud se justifican con antecedentes familiares. Pero Guerrero lo aclara: “Las enfermedades no se heredan a menos que las detones. La carga genética es como un arma. El hábito es el gatillo”. El 90% del riesgo depende del estilo de vida y solo el 10% de la genética, según estudios de la Universidad de Harvard.
¿CUÁNTO TARDA UN HÁBITO EN FORMARSE?
Uno de los errores más comunes al hablar de hábitos saludables es creer que bastan 21 días para consolidarlos. Kory Guerrero aclara que esa cifra corresponde al tiempo necesario para comenzar a romper un mal hábito, pero formar uno nuevo requiere más.
“Un hábito saludable se forma en 66 días. No en 21”, señala. Y para que ese cambio realmente se consolide, es clave recordarlo a diario. Una herramienta útil es escribirlo a mano: “Cuando escribes, activas la corteza prefrontal del cerebro. Eso ayuda a reforzar el compromiso y a desarrollar más voluntad”.
Además, la especialista destaca que la fuerza de voluntad se ha debilitado en tiempos recientes, en gran parte por el uso excesivo de dispositivos digitales. Por eso, recomienda paciencia y constancia: “La mayoría de las personas empieza en enero con muchas ganas, pero a las tres semanas lo dejan. Es mejor avanzar poco a poco, de forma realista, que pretender hacer todo perfecto o no hacer nada”.
Guerrero insiste en que los pequeños pasos sostenidos pesan más que los grandes intentos que se abandonan rápido. “El problema
es pensar en extremos. Si no lo hago perfecto, entonces no hago nada. Pero ese todo o nada sólo lleva a retrocesos”.
DORMIR TAMBIÉN ES CUIDARSE
Además del ejercicio y la alimentación, Kory resalta un tercer pilar: el descanso. Dormir entre seis y ocho horas es fundamental. “Algunas personas funcionan bien con seis, otras necesitan ocho. Pero dormir poco y mal afecta todo: hormonas, energía y hasta el metabolismo”, afirma.
PEQUEÑAS METAS, GRANDES CAMBIOS
Kory recomienda escribir de tres a cinco metas diarias cada noche. Este ejercicio de programación neurolingüística fortalece el compromiso y mejora la toma de decisiones al día siguiente. “No es magia, es estrategia”, concluye.
En un mundo acelerado y lleno de exigencias, Guerrero propone volver a lo básico, lo alcanzable y lo útil. Porque el camino hacia una mejor salud no está en lo complicado, sino en lo sostenible.