Desde Reynosa hasta Noruega, la chef Sylvia Vavik lleva la gastronomía de su país.
Portando con orgullo los colores de la bandera mexicana, la reconocida chef Sylvia Vavik lleva hasta otro continente el sabor del país que la vio nacer, convirtiéndose en la pionera de la gastronomía mexicana en Noruega.
Gracias a su carisma y buena actitud ha podido conectar con la gente. Su carrera ha sido de gran inspiración para otras personas que se abren camino en el arte culinario.
Ser reconocida no ha sido fácil, en base a su trabajo y nuevos retos por cumplir ha logrado salir adelante.
Sin embargo, su actitud positiva y el amor por la cultura mexicana son los que le han permitido lograr uno de sus sueños más grandes: que el mundo conozca los sabores de México.
‘NORUEGA, EL PAÍS DE SUS SUEÑOS’
Hija de una madre mexicana y un padre noruego, Sylvia es la segunda de cinco hermanos y la única que tuvo la oportunidad de nacer en Reynosa, donde vivían.
Siendo apenas una bebé su padre tuvo la oportunidad de trabajar en Houston, Texas, por lo que se trasladaron a esa ciudad.
Aquí pasó su niñez y parte de la adolescencia, ya que cuando cursaba segundo grado de high school sus padres tomaron la decisión de trasladarse a Oslo en Noruega, para quedarse a vivir allá.
El idioma español fue el primero en su vida, el inglés lo empezó a hablar en la escuela, y el noruego se convirtió en el principal al radicar en aquel país europeo, donde sus sueños se hicieron realidad: ser madre, empresaria y una reconocida chef.
DECIDE SER CHEF
Desde pequeña disfrutaba la comida, le llamaban la atención los sabores y colores, lo que la motivó con el tiempo a cocinar mezclando ingredientes para probar nuevos sabores.
Al principio cocinaba solo para su familia y amigos, quienes halagaban sus platos, sugiriéndole en más de una ocasión hacerlo de manera profesional.
Entonces ser chef pasó por su cabeza ya que no lo había considerado, pues sus padres esperaban que ella fuera abogada o contadora.
Con el tiempo reconoció que la gastronomía era el camino que debería seguir.
Así que en el 2005 terminó la carrera de chef en la escuela Oslo Sogn VGS, donde aprendió sobre comida internacional, en especial noruega y francesa.
Después de graduarse empezó a trabajar como chef en algunos restaurantes y compañías. Al mismo tiempo comenzó un servicio de banquetes por su cuenta. Le fue tan bien que se dedicó solo a este último.
TACOFREDAG
En Noruega los viernes son para reunirse a comer tacos. Es una tradición conocida como “tacofredag”. Es tan popular que es el segundo país en el mundo donde más tacos se comen, después de México.
Sin embargo, el concepto que tienen de los tacos no es para nada como el que se tiene en México, ya que son como los que se hacen en Estados Unidos: la concha de maíz crujiente y el sabor muy suave, ya que solo usan sal y pimienta como condimentos. Lo rellenan con carne molida, un poco de maíz, lechuga o repollo y una salsa de tomate.
Ella sabía que los tacos no son así, que llevan otros ingredientes y tienen más sabor, como suelen ser los platillos de la gastronomía mexicana.
“Quería compartirles, enseñarles lo que era la comida mexicana”, comentó.
TOUR CULINARIO
Así nació la inquietud, por lo que tomó la decisión de especializarse.
La primera parada fue por supuesto su ciudad de origen, Reynosa, en donde aprendió un poco más del sazón familiar. Y en un viaje culinario a Mérida, Yucatán, conoció a chefs, granjeros, productores
y profesores.
Tomó, además, algunos cursos con los chefs Alfonso Wilsim y en la escuela UTP de Maxcanú, en Yucatán, en la que se imparte la carrera de gastronomía.
“Aprendí tanto, en tierras mayas me enseñaron a cocinar con sus técnicas, fue una gran experiencia”, comentó.
También estuvo con la chef Marian Peraza, que es muy reconocida en Yucatán y quien la invitó a su restaurante, donde tuvo un gran aprendizaje; descubrió el lado gourmet de la comida de la región.
Por su parte, compartió su experiencia como chef especializada en platos noruegos así como la forma en la que percibían la comida mexicana.
“Me encantó que cada que me enseñaban a cocinar, me hablaban de la historia de cada platillo, fue muy bonito aprender en todas las versiones: la casa, un restaurante, los pueblitos, lo gourmet. Fue la mejor experiencia”, reconoció.
Al regresar a Noruega compartió sus conocimientos y participó en algunos concursos con un taco hecho de cochinita pibil, el cual ganó algunos premios, y ahora éste uno de los más populares.
Interesada en promover la comida auténtica de México, además, empezó a decorar su cabello con flores, tejerlo en trenzas y vestir filipinas con colores fuertes, como el rosa, amarillo y naranja.
Incluso fue modelo de la marca mexicana, Permachef, que es la que se las diseña. Una pieza única bordada a mano que se ha convertido en un tesoro para ella.
GANA NORWAY’S GRILL MASTER
Fue tanto su éxito que decidió abrir su propio restaurante en el 2015: Sylvia´s Mexican Kitchen en el que los platos principales son los que fusionan los sabores de México y Noruega.
Entre los comensales se encontró con los productores de un popular programa de televisión, quienes la invitaron a participar. Se trataba de Norway’s Grill Master, una versión de master chef, pero en Noruega, que se transmitía en el canal de televisión TV2.
El único requisito era que una persona la acompañara, ya que el concurso era de parejas.
Ella sabía que ser parte de este show le ayudaría para dar a conocer su comida, que sería una excelente plataforma, así que se animó su hermano menor, a quien le gusta cocinar.
”Nos fue muy bien, a los jueces les gustaba mucho nuestra comida y ganamos el primer lugar”, recordó.
No fue una tarea fácil para ella, porque pese a que la transmisión del programa duró 3 meses, la grabación se hizo en tres semanas, de las 7:00 de la mañana hasta las 11:00 de la noche.
Aún con el cansancio que representó, Sylvia y su hermano dieron lo mejor y los jueces lo reconocieron al tener muy buenos comentarios por parte de ellos.
No tuvo oportunidad de crear platillos mexicanos, debido a que se contaba con los ingredientes, pero al final del reto se esforzó y trató, en lo posible, de hacer un menú mexicano: como entrada un ceviche de pescado; de plato fuerte eligió enchiladas con una salsa de pimientos marrones, y de postre buñuelos con crema de chocolate y canela.
Aunque su intención mas que nada era promover la comida de México, al final de la competencia resultó ganadora, se dio a conocer más su restaurante y con el tiempo se convirtió en el favorito de los noruegos.
SABORES MIX
A diferencia de las preparaciones mexicanas que incluyen una variedad de hierbas, la comida noruega es sazonada principalmente con sal y pimienta.
No cocinan con manteca, solo aceite y mantequilla.
Así que encontrar, por ejemplo, maíz o jalapeños, es muy difícil.
Al principio la harina de maíz la importaba de México, pero debido a las restricciones en las leyes noruegas se prohibió el ingreso al país de una mayoría de productos.
Hace tres años tuvo la oportunidad de conocer a un joven español que comercializaba productos mexicanos, pero curiosamente los conseguía en Europa. Incluso las hojas de tamales se las proveen de Asia.
“De repente voy a tiendas que venden productos extranjeros y muy extraña vez me encuentro una jícama que para mí es como un tesoro”, agregó.
Y con todo y la dificultad para conseguirlos, ha creado platos con que representan el corazón de ambas culturas que son incluidos en su menú, como el salmón en salsa de tamarindo y los tacos de pescado.
MAMA POKEMÓN
El rol de madre lo tuvo que combinar con su carrera como chef. Incluso los cuidaba en la cocina, mientras ella trabajaba.
“Si, fue difícil, te cansas mucho, porque mientras crías a un bebé que requiere de todo tu tiempo, tienes que continuar para hacer realidad tus sueños”, mencionó.
Tenía que compaginar su tiempo con el de ellos. Incluso se convirtió en una mamá “Pokemon”, al formar parte de una comunidad de videojuegos.
Sus hijos, de igual manera, se involucran a la hora de cocinar, y es parte de su convivencia preparar tamales.
ALBONDIGAS NÓRDICAS
Interesada en la comida del noreste de México, ha visitado Reynosa y aprovechado para estar con su familia.
Además de conocer nuevos sabores para llevarlos a Noruega, compartió sus conocimientos en una master class en un instituto de gastronomía de la ciudad.
Preparó una receta tradicional de su abuela: albondigas nórdicas con una salsa café preparada con nuez moscada, mermelada de arándano, jengibre, pimienta y sal.
“Estoy aprendiendo sobre la comida de la región, nunca había probado una papa asada y es deliciosa. De hecho es ideal para el verano en Noruega, ya que es en este tiempo cuando a la familia le gusta estar en el grill”, consideró.
Desde esta frontera hasta Europa ha servido en la mesa sincronizadas y discada.
“Estoy muy orgullosa de ser mexicana y de haber nacido en Reynosa. Amar mis orígenes se refleja en mi comida y es algo que el comensal noruego puede sentir en cada platillo: el amor que siento por mi comida y mi país”.