‘Visten’ a la charrería con su belleza y valentía
Su forma de vestir evoca a las mujeres de la Revolución Mexicana, incluso se les conoce como Adelitas. También cabalgan a caballo y son valientes e intrépidas, se trata de las escaramuzas charras.

Yolanda en Ciudad Victoria hace la punta.
La mayoría de ellas son herederas de un deporte nacional que se transmite por generaciones, como es el caso de Yolanda Isabel de la Garza Solís, reina de los charros en Tamaulipas durante cuatro años.
Su abuelo, Hermelindo Hinojosa, fue charro fundador de la Asociación de Charros Pedro José Méndez en Ciudad Victoria, Tamaulipas, por lo que su pasión y dedicación por la charrería corren por sus venas.
Pero fue su mamá —también reina de la asociación— Lulú Solís, quien la motivó y le enseñó este arte de a caballo.
A los siete años de edad, Yolanda montaba un burro en su rancho, pero fue hasta los 13 que su papá le regaló una yegua que pudo domar hasta los 15 porque era muy bronca. La llamó “Godorniz” y asegura que tenía un carácter muy fuerte. Incluso participó con ésta en competencias nacionales, pues con el tiempo pudieron congeniar.
“Era muy bonita, color grullo, y tenía una raya de mula. Fue de un criadero del rancho de mi papá, ahí nació”, definió.
Recuerda que el primer caballo que montó fue un tordillo, seguido de otros más, como “El tractor”, un animal muy grande, fuerte, difícil de montar, pero que con Yolanda Isabel se volvió dócil y al que ella nombro: “El centenario”.
Del 2004 al 2008 Yolanda Isabel fue reina de la Asociación de Charros de Tamaulipas Pedro José Méndez. En ese tiempo montó en una escaramuza con Jimena Samperio, reina nacional de los charros, y representaba a Tamaulipas. Por su jerarquía participaban en los monumentales de reinas de la República Mexicana, pero también tenían el compromiso de lucir su gallardía de reinas en escaramuzas de 25 integrantes con una dificultad mayor para realizar las suertes.
“Es un deporte que requiere de mucha dedicación y pasión, si realmente te gusta lo haces, pero si no hay esa pasión por lo que estás haciendo, te pierdes”, considera Yolanda Isabel.

Las mujeres de a caballo dedican una gran parte de su tiempo a practicar, incluso de madrugada, deben ser disciplinadas y aguerridas.
Con el caballo o la yegua que las acompaña en los eventos deben tener buena relación, aunque a veces les cueste trabajo. Deben saber cuando el animal no está de buen humor y cómo reaccionar ante sus diferentes estados de ánimo.
Su experiencia en la charrería le dio grandes satisfacciones, ya que con las amazonas de la escaramuza Pedro José Méndez durante dos años fueron campeonas estatales.
Como reina de Tamaulipas formó la primera escaramuza de reinas a nivel estatal. Fue la primera y la única, y permaneció durante dos años y medio.
Entre sus planes está integrar una escaramuza en McAllen, Texas; solicitud de la familia Pedrero Padilla, charros de abolengo en México, y reconocidos a nivel nacional.
VESTUARIO
A diferencia de las demás jóvenes de su edad, los fines de semana están preparándose para las competencias y guardando con cuidado el vestuario que llevarán, sin olvidar, claro, el sombrero, como solía sucederle a Yolanda Isabel, quien terminaba usando uno prestado.

Como reina tenía el derecho de elegir el material de sus trajes así como llevar algunos adornos adicionales y atractivos.
“Los vestidos que usaba eran diferentes a los del resto de mis compañeras por ser reina… algunos eran de mi mamá, incluso ella se encargaba de diseñarlos junto con otras dos personas…”, explicó.
Agregó que ser soberana de los charros le dio el privilegio de poder usar lentejuelas, bordados de canutillos y lentejuelas, otro tipo de tela, botonaduras de plata… no hay tanta restricción, pero hay que respetar el reglamento de la vestimenta.
Todas las integrantes de la escaramuza deben cumplir con el reglamento oficial para escaramuzas y damas charras de acuerdo a la Federación Mexicana de Charrería, A.C., además de un código de conducta.
Vestidas de Adelita o charras deben respetar el reglamento vigente, según corresponda.
No se permitirán escaramuzas mixtas (en cuanto a género) ni la participación de ningún varón que pretenda formar parte activa en dichos grupos, ya que en esta disciplina deportiva se monta a mujeriegas (en albarda).
La finalidad es fomentar y conservar en su más pura expresión el atuendo clásico de la jinete y su caballo.
Los atuendos y los arreos para la cabalgadura de la dama charra serán objeto de calificación en competencias de escaramuzas y eventos oficiales, mismos que deberán portarse con propiedad y completos, aunque no estén en competencia. En las competencias oficiales de escaramuzas, el atuendo será calificado conforme al presente reglamento.
En términos generales, por ejemplo, se prohibe el uso de telas transparentes, el vestido deberá ser de una pieza y el largo a la mitad de la bota Jalisco con la crinolina puesta, el talle será a la cintura nunca a la cadera, el holan de la falda es obligatorio, el cuello deberá ser pegado, completo y alto.
El traje de charra consiste en fajilla, corbata, moño para el cabello, pantalón, botas, aretes, sombrero, toquilla y chapetas.
Así bien, las Adelitas o mujeres charras guardan la tradición de un deporte que con el tiempo sigue heredándose de generación en generación, orgullo de México.