POR ALEJANDRA ARELLANO
El reynosense Marco Antonio Bracho Ruiz fue nominado al Premio Nobel de La Paz 2020 entre un total de 318 candidatos, entre éstos la Organización Mundial de la Salud, la joven activista Greta Thunberg, y el político opositor ruso Alexei Navalny.
El comité noruego aprobó la nominación como promotor social que ha desarrollado la igualdad en las oportunidades y la inclusión social de las personas con discapacidad.
El 9 de octubre se dio a conocer que El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas que proporciona asistencia alimentaria a millones de personas en todo el mundo se llevó el Premio Nobel. Un trabajo que realiza generalmente en condiciones extremadamente peligrosas, y que solo en el año 2019 fueron alrededor de 97 millones de personas en 88 países a las que brindó ayuda.
El galardón de este año marcado por La Covid-19 y la conciencia ambiental se disputó entre 211 personas y 107 organizaciones.
La ceremonia de premiación será el 10 de diciembre, de acuerdo a la nueva realidad.
ENFRENTAR SU NUEVA REALIDAD
Un aparatoso accidente automovilístico cambió drásticamente la existencia de Marco Antonio Bracho Ruiz, quien tuvo que intercambiar las actividades de un joven de 22 años por terapias de rehabilitación y algunas cirugías.
Imposibilitado para mover su cuerpo, únicamente su cabeza, tuvo que afrontar su nueva realidad: la paraplejia que lo mantuvo por meses ingresado en un hospital de Monterrey, en donde en aquel momento estudiaba la carrera de Comercio Internacional en el Instituto Tecnológico de esa ciudad.
En una entrevista realizada por esta revista, Marco manifestó: “No es fácil tener 22 años y verte tirado en una cama. Quería volver a mi vida de antes, como un estudiante, como deportista”.
Pero fue Reyna, una adolescente que conoció, de 16 años con parálisis cerebral, la que lo motivó a ver la vida de otro color.
Fue su inspiración. Así como ella fue su milagro, él quería ser el de alguien más.
Desde entonces trata de rehacer su vida lo más normal que puede, y se le dio la oportunidad de presentar su primera plática en la UAT con un público de más de 3 mil 500 personas. El ponente no llegó; parecía que las circunstancias estaban a favor de Marco, ya que desde entonces su historia de vida ha recorrido innumerables escenarios.
Considera que más que pláticas motivaciones se dedica a “rediseñar personas, a que ellas encuentren en sí mismas su valor y deseos de hacer las cosas”.
Después de tantos años de aquel trágico accidente, Marco sigue siendo un ejemplo de lo que predica: “Las limitaciones no están en tu cuerpo, sino en tu mente”.
“No es cuestión de ego, sino de empoderamiento. Me rehuso a creer que mi esfuerzo y compromiso no vale. Que mi condición física es menos que las limitaciones de aquellos que pueden moverse sin problemas.”
Marco Antonio Bracho Ruiz