Que gane su equipo favorito, que reciba un ascenso en su trabajo o ganarse ese automóvil deportivo que deseó desde pequeño pudieran ser las mejores noticias que reciba un hombre, pero no es así, pues cuando escucha que va a ser papá su vida se transforma y no hay otra cosa que le quite el sueño que contar los días para tenerlo en sus brazos. En el Día del Padre, los reyes de la casa platican su experiencia de ser papás por vez primera. Ellos coinciden en señalar que no pueden describir el sentimiento que surge cuando nace el bebé, quedándose sin palabras, lo que sí reconocen es que desde ese momento saben que tienen la responsabilidad de educarlo y guiarlo por el buen camino.
RUBEN QUINTERO NORIEGA
Este es el segundo año que paso como padre. Tener a María Rebeca es la mayor bendición que mi esposa, Paloma Solano y Dios me han regalado. Ser padre, sin duda, ha cambiado mi vida, me ha llenado de alegría y, al mismo tiempo, de responsabilidad para educar a mi princesa con valores. Cada momento que paso con ella lo disfruto, incluso cuando le doy de comer, es toda una aventura pues mientras que yo trato con mayor cuidado de que no ensucie su ropa usando un babero, para ella es un juego en donde se divierte a lo grande y hace todo lo contrario a no ensuciarse. Le gusta hacer trompetillas mientras come. Ahora ya trata de comer ella sola y he aprendido a que disfruta hacerlo y yo con ella. Es hermoso ver como aprende jugando y cómo cada día crece un poco más.
JOSE ANGEL ARECHIGA
Mi experiencia como papá primerizo ha sido inolvidable y emocionante desde el día que mi esposa Anaisa De León de Aréchiga me informó que estaba en camino un bebé. Cuando tuve a Joseangel en mis brazos supe que todo cambiaría en nuestras vidas y así fue, pues desde ese momento mi manera de ver las cosas fue diferente. Ya no sólo pensábamos como pareja, ahora teníamos a un tercer integrante en la familia, quien nos ha enseñado que el amor es incondicional. Siempre te dicen que cuando tengas hijos las cosas van a ser diferentes, pero no lo sabes hasta que lo vives, y hoy en día es lo mejor que pudo pasarme.
DAVID SEGURA
Desde que supe que mi esposa Astrid Salinas de Segura estaba embarazada, sentí una emoción inexplicable, un sentimiento de alegría y también de responsabilidad al saber que tendríamos un angelito bajo nuestro cuidado. La acompañé a cada una de las revisiones médicas y la primer imagen que recuerdo fue la de un pequeño granito que rápidamente fue creciendo. También estuve presente durante el parto y fue una sensación que no puedo describir con palabras al ver a David Luis. A partir de entonces mi vida cambió. Empezamos a ser papás, sin saber poner un pañal, la forma de alimentarlo o, simplemente, cargarlo correctamente. Ahora ya tiene un año y dos meses y cada día es mágico e irrepetible. Cada día es una nueva aventura que me encanta vivir junto a él.
URIAN ANZALDUA
Convertirse en papá es increíble, sin embargo, requiere de mucha paciencia. Soy el tipo de persona que no la tiene, es por eso que para mí ha sido una experiencia que me ha enseñado más de lo que imaginé. Desde el momento que supe que mi esposa Melisa Abascal de Anzaldúa estaba embarazada, mi forma de pensar y, sobre todo, nuestras vidas cambiaron por completo. Mi enfoque principal ya no estaba en “a donde iríamos de vacaciones ahora” o “que vamos a hacer el fin de semana”, sino, en el nuevo capítulo que estaba por comenzar. Cuando nuestro hijo Luca nació tuve un sinnúmero de sentimientos encontrados, principalmente de emoción y felicidad. En el momento del parto la adrenalina y energía estuvo presente por casi día y medio. Las primeras noches sin dormir fueron muy difíciles, ya que empezaba mi maestría y estaba por mudarme a una nueva compañía. Ahora que soy papá, lo que ha cambiado más es mi forma de actuar, de pensar. Mi mente está constantemente pensando en el futuro y en lo que nos depara, pero he aprendido a apreciar y vivir el presente porque los niños crecen muy rápido. Si pudiera darle un consejo a todos aquellos papás primerizos, sería tener paciencia, vivir día a día y, lo más importante, poner atención en lo que se habla delante de los hijos, porque conforme crecen se dan cuenta de todo lo que hacemos.
HIRAM RAMIREZ GALVAN
Mi esposa Kendra De León de Ramírez y yo sospechamos que estaba embarazada porque me empezaron los antojos de comida dulce, cuando en lo personal no soy muy afecto a ellas. Y un día al llegar a casa ella me sorprendió con la mejor noticia que he recibido en mi vida: “vas a ser papá”. Se me erizó la piel y la abracé gritando de emoción: “¡voy a ser papá!”. Una vez que me tranquilicé sentí una gran necesidad de proteger y cuidar aún más a Kendra, pero también sentí un gran miedo por la responsabilidad de tener un bebé. Desde ese momento empiezas a entender a tus padres, del por qué se preocupaban tanto por ti… Yo ya estaba preocupado por mi hijo y todavía ni nacía. Cuando fuimos al ultrasonido y escuché por primera vez el latido de su corazón, sentí algo inexplicable, y cuando nos dijeron que era niño me sentí más que feliz. Siempre pensé que si llegaba a tener un varoncito tendría que jugar baseball, que es mi pasión en mi vida, pero ahora pienso diferente, sin duda su mamá y yo seremos sus fans número uno. Me pesa mucho que los médicos no me hayan permitido estar durante la cesárea de mi esposa pero cuando vi a mi niño por primera vez, sentí lo valiosa y hermosa que es la vida. De recién nacido no fue muy llorón, se despertaba muy poco en las noches pero la preocupación de tenerlo ahí y verlo tan indefenso no me dejaba dormir, incluso los primeros días dormía ente 2 y 3 horas. Casi desde que nació Hiram Alejandro yo lo he bañado, es como el momento de nosotros. Juego con él con sus superhéroes que le fascinan y nos divertimos mucho. Pero el mejor momento para mí es cuando me voy a trabajar y hago como que no me despido de él, y me grita: “¡papá, papá menee!”, para darme la bendición y el beso de despedida. Por eso confieso que durante el día en varias ocasiones hago como que me voy para repetir esa hermosa sensación.
HECTOR VIVANCO
Cuando mi esposa Michelle Román me dio la noticia de que sería papá, desde ese momento mi vida dio un giro de 180 grados. Un nuevo sentimiento nació en mi interior: el amor incondicional a mi hijo. Al verlo por primera vez, además, surgió la obligación de cuidarlo y guiarlo por el resto de mi vida; la responsabilidad de llevarlo de mi mano para mostrarle el mejor camino. Héctor Jesús Vivanco, el bebé de la casa, ha llegado a iluminar nuestro hogar. Su sola presencia acompañada de sus sonrisas nos ha hecho resplandecer.
EDGAR PRIETO IBARRA
Ser papá de cuates es una bendición muy grande. Cuando mi esposa y yo éramos novios siempre le decía que mi sueño era tener gemelos así que el día que nos dieron la noticia no lo podíamos creer. ¿Cómo explicarlo? No se puede. Es un sentimiento que nace con la llegada de esos seres maravillosos que se llaman hijos. Ellos han venido a llenar de alegría a nuestra familia y me siento muy orgulloso de ser su papá. El día de hoy puedo decir que soy un hombre completamente feliz y pleno al lado de mi esposa, Gaby Pérez de Prieto y mis cuatitos, Paulina y Edgar Eduardo.
LUIS CARLOS GALINDO CANTU
Es un sentimiento inexplicable, la primera vez que lo ves y lo tienes entre tus brazos quisieras darle todo, es un sentimiento increíble, la verdad nunca había vivido algo igual. Desde que nació Luis Ronaldo, mi esposa Pamela Moniet Villa de Galindo y yo, todo lo hacemos pensando en él. Se ha convertido en nuestra más grande alegría, en el centro de atención. Siempre estamos al pendiente de él procurando darle todo lo que necesita. Tener un bebé en casa es descubrir cosas nuevas día con día llenándonos de felicidad.
EDUARDO ARMENDARIZ RAMIREZ
Ser papá por primera vez es una emoción muy fuerte, un orgullo. Es una bendición ver a mi hijo levantarse cada día , crecer, escuchar sus primeros balbuceos, observarlo jugar… es una satisfacción enorme. Al cien por ciento me cambió la vida: soy más centrado y más responsable; ya no vivo sólo por mi sino por ese ser que es mi todo. En el hospital, acompañando a mi esposa Irma Lara de Armendariz, cuando nació Eduardo fue como un shock, no te cae el veinte hasta que ya estás ahí, lo que es una gran alegría. Son muchos los sentimientos encontrados: Te sientes bien, te da miedo… pero más que nada quieres protegerlo.
EBED DANIEL MARTINEZ
ZORRILLA
Sinceramente es indescriptible el gran sentimiento que experimenté desde el día que supe que sería padre de Alec Damián Martínez Estrada, quien nació el 1 de septiembre de 2015. Ha sido la experiencia más hermosa de mi vida. Desde su llegada se convirtió en el motor de mi corazón y todo mi mundo gira en torno a él. Mi esposa Alicia Jael y yo tenemos una relación maravillosa con Alec, me gusta estar a su lado el mayor tiempo posible y disfrutar de esos momentos que me llenan de vida el corazón. Quiero ser un gran ejemplo para él y que se sienta orgulloso de mí. Agradezco a la vida que me puso en el tiempo y espacio perfectos para ser su padre.
OSCAR EDUARDO GARCIA
Mi experiencia como padre ha sido la mejor. Desde el inicio eran nervios, preocupaciones e incertidumbre respecto a esta nueva etapa de la vida. Conforme ha pasado el tiempo todo se ha vuelto risas y diversión. Sin duda, la mejor experiencia de mi vida. Gracias a Dios porque a mi esposa, Iveth Cantú de García y a mí me ha permitido compartir tantos momentos junto a mi pequeño hijo Eduardo. Cada día es una nueva aventura que estoy dispuesto a vivir.
JOSE GONZALEZ
El día que mi esposa Sandra Velarde me comunicó que iba ser padre, sabía que mi vida iba a cambiar. Cuando vi a Jose Alan por primera vez, sentí una gran emoción y pensé en cómo una persona tan chiquita puede lograrlo. Es lo mejor que me ha pasado y siempre le doy gracias a Dios por esta gran bendición. Todos los días salgo del trabajo listo para llegar y convivir con mi hijo. Lo adoro con toda el alma.
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