Cuando un perro tiene un comportamiento agresivo lo más importante es abordar la situación de manera responsable y segura.
Sigue estas recomendaciones para evitar que se lastimen, y le puedan hacer daño a otros animales o a personas.
Para empezar, la seguridad debe ser tu principal prioridad. Asegúrate de que sea así, y de la misma forma mantener a los demás fuera de peligro. De ser necesario hay que ubicar al perro en un lugar seguro y separado de los otros.
Busca ayuda, consulta a un profesional, un adiestrador de perros especializado en comportamiento canino o un etólogo veterinario (especialista en comportamiento animal). Estos expertos pueden evaluar la situación y proporcionar orientación y técnicas específicas, ya que lo primero que se debe de tratar es identificar la causa que genera este comportamiento agresivo, que puede ser originado por miedo, dolor, ansiedad, territorialidad, protección de recursos u otros factores. Comprender la causa es fundamental para abordar el problema de manera efectiva.
LOS DETONANTES
Identificada la causa hay que evitar activar los detonantes. Pero, ¿qué son los detonantes? Son los que dan inicio al comportamiento que lleva a la agresión, por lo que en lo posible debe evitarse exponerse a situaciones, personas y otros animales que generen una reacción en el perro. Paso siguiente: establecer límites y reglas claras al perro; la consistencia en la aplicación de las normas es crucial para que el peludito entienda lo que se espera de él. Para recompensar y reforzar el comportamientos deseado, esto es, mantenerlo tranquilo y sereno, utiliza el refuerzo positivo y prémialo con elogios, caricias, juegos, golosinas.
TÉCNICAS DE REFUERZO
El entrenamiento adecuado es fundamental para la modificación de la conducta del perro, por lo que es necesario realizar sesiones regularmente con la utilización de técnicas de refuerzo positivo, enseñarle comandos básicos y habilidades sociales para mejorar la obediencia y la interacción con los demás.
El tiempo de las sesiones dependerá de la raza, edad, estado físico, etc.
Para tener una clara idea sería conveniente programar una consulta en la veterinaria, donde te podrán dar más detalles de su estado de salud, los tiempos de trabajo para el perro, así como descartar que no tenga problemas de salud que estén contribuyendo a su comportamiento agresivo. También te pueden orientar sobre las medidas de contención, de ser necesarias, y usar correas, arneses, bozales y collares, entre otros.

MUNDO CANINO
Para mantener el control sobre el perro y garantizar tu seguridad y la de los demás, recuerda siempre actuar con calma y paciencia durante el proceso.
Nota: El perro puede requerir mucho tiempo y consistencia para cambiar su comportamiento. Recuerda que cada uno es único y puede requerir un enfoque individualizado. Si la agresión persiste o empeora, busca la asesoría de un profesional para abordar el problema de una manera adecuada y segura.