Fotos por Víctor Briones
Mission, TX.
La mayoría de los hombres solo se meten a la cocina para servirse un vaso con leche, o preparase un sandwich de ser muy necesario. El caso de Jorge Torres Gómez no es el mismo, ya que es su lugar preferido. La diseñó en un espacio abierto conectado al comedor y la sala de manera que en las reuniones pudiera estar cocinando y conviviendo al mismo tiempo. El primer corte de carne, que son su especialidad, lo parte en trocitos y lo comparte con los invitados, quienes apenas perciben su sabor muestran un gesto de satisfacción. Para acompañarlo una copa de un buen vino tinto siempre está presente.
Atraídos por el olor que desprende la comida, los comensales suelen iniciar la conversación en torno a la mesa, un área donde Jorge y su esposa Carla Medina de Torres suelen socializar.
Para él es un gusto abrir las puertas de su casa a los muchos amigos que tiene, además de pasar un buen rato con su familia, ya que está seguro que se despedirán con un buen sabor de boca.
Un merecido homenaje en el Día del Padre a Jorge Torres, quien ha sabido darle el sazón a su vida a través de la comida.
UN PAR DE AVENTUREROS
Aunque de profesión es agente aduanal y el trabajo le absorbe la mayor parte de su tiempo, no desaprovecha la oportunidad para preparar algún platillo en compañía de su esposa, con la que se complementa en las preparaciones, ya que ella tiene facilidad para las pastas y ensaladas, aunque cocina de todo. Su hija Viviana, por su parte, se inclinó años atrás por la repostería.
La familia materna de Jorge Torres es yucateca, así que la cochinita pibil, los papadzules y el atropellado de coco fueron platillos que no faltaban en la mesa. Incluso su prima Edna Lorena Gómez Peña de Carmona se dio a la tarea de recopilar las recetas familiares para llevarlas a un libro que le llamó “Con sabor a recuerdos”, la aventura de la cocina yucateca en la frontera norte.
Desde niño Jorge veía a su mamá cocinar y siempre estaba muy pendiente de la familia, así
que las reuniones en su casa no las olvida.
“Desde ahí me empezó a hacer ruido la cocinada”, reconoció.
Alrededor de los 30 años mostró de manera formal su interés.
Junto con su esposa están atentos a los programas de comida, y en Internet siguen los videos de gastronomía.
“Somos muy aventureros en la cocina. Hemos ido evolucionando, echando a perder, quitando y poniendo”, dijo.
Aunque no cuenta con un recetario formal ha creado sus propios platillos: el pavo frito y los cortes de carne son su especialidad, pero recientemente se estrenó con una paella y un lechón.
‘SIN MEDIDA’
‘A ojo de buen cubero’ prepara la comida. De acuerdo a las porciones le pone, le quita y le agrega los condimentos hasta quedar conforme con el sabor. Le sube y le baja a la flama de la estufa para que la textura y la consistencia sean las adecuadas.
“Yo no uso reloj, todo es al tanteo. La vez pasada hice un pescado al horno pero la salsa era un poquito laboriosa, estilo oriental, con muchos ingredientes, era una reducción, ahí sí me fui con mucho cuidado. Pero en general lo que es el pavo, la paella y los cortes los hago en automático, pero con mucho amor”, explicó.
Las características de sus comidas son tres: pocos ingredientes, muy buena calidad y saber darle el toque.
De acuerdo a lo que se va a preparar se utilizan ciertos utensilios, pero para Jorge Torres no se debe escatimar en invertir en los mejores. Un buen juego de cuchillos y sartenes de primera no deben faltar.
“Para hacer la paella mandé pedir a España el quemador y la paellera. La idea es hacerla lo más auténtica que se pueda y como debe ser”, comentó.
Motivados por el gusto que tienen de cocinar, él y su esposa han tomado la decisión de construir una área para cocinar en su jardín, donde tienen una vista esplendorosa.
Además de una estufa de gas, incluirán asadores y un ataúd para preparar animales específicos, como los lechones.
Sin duda se convertirá en ese lugar de donde nadie quiere levantarse.
Al final de la reunión para Jorge Torres lo importante es que sus invitados se lleven un buen sabor de boca y se la hayan pasado bien.
LOS CORTES DE CARNE, SU ESPECIALIDAD
Jorge Torres recomendó la carne de res calidad prime. Para que sea buena, el tipo de animal y su alimentación determinará, en lo general, lo suave o duro de la carne dependiendo de la cantidad de grasa que tenga, esto es, que entre más marmoleo es mejor y más suave.
Explicó que la carne prime ha sido añejada con control de humedad y temperatura por 30 días o más, lo que le da un sabor diferente.
En su caso recomienda Rib Eye, New York y Tomahawk, aunque depende del gusto de cada persona.
“El Rib Eye con hueso grande primero debe sellarse en un sartén y después meterse al horno para que se termine de cocinar. Por su grosor requiere un poco más de cocción”, comentó.
Mencionó que el término de los cortes es a consideración de cada persona, pero él recomienda el término medio.
“La carne debe estar un poco rojiza, rosita de enmedio para mantener sus jugos y su sabor”, señaló.
Aclaró que la fajita y las costillas que se asan en parrilla, no son prime, así que es mejor cocerlas un poco más.
ACOMPAÑAMIENTO
Sugirió complementar la carne con vegetales salteados; siendo los espárragos sus preferidos, o bien con champiñones o una ensalada. Alguna pasta no muy compleja, esto es, evitar las salsas cremosas o de jitomate.
Ya sea un Rib Eye, New York, Tomahawk o cualquier otro tipo de corte recomendó acompañarlo con un buen tinto.
“Puede ser un Merlot, Malbec, Pinot Noir pero que sea rojo porque ayuda a resaltar el sabor de la carne; son sabores más oscuros, tonos más fuertes”, aconsejó.