Por su vecindad con Estados Unidos, la arquitectura de la mayoría de las residencias y negocios de Reynosa tiene una marcada influencia de las construcciones americanas, no sólo en la forma sino hasta en los colores con los que se pintan sus fachadas.
Sin embargo, desde hace algunos años, tanto en esta ciudad como en el Valle de Texas el sabor del centro y sur de México empieza a oler en restaurantes y tiendas locales.
Esta ciudad, específicamente, se iluminó con una de las obras arquitectónicas más significativas: el Parque Cultural.
En el caso de los establecimientos en Estados Unidos que requieren seguir un estilo, de acuerdo al diseño de la plaza donde se ubican, los propietarios aprovechan para decorarlos en su interior con detalles bien mexicanos.
En sus coloridas paredes escriben refranes populares, cuelgan cuadros con personajes de la época de oro del cine, colocan figuras representativas de la lotería y artesanías hechas a mano en papel maché, hierro forjado y madera, entre otros artículos.
La frontera está pintándose de colores y mucho le hace falta para iluminar sus calles y avenidas frente a las cuales destacan llamativos letreros con nombres simpáticos y muy mexicanos: “Barriga llena, corazón contento”, “Amorcito”, “El callejón de los milagros” y “Don diablo”.
LA CASA DEL CAFE
Los tradicionales establecimientos de café que hay en ciudades como San Miguel de Allende en Guanajuato, incluso, en colonias como La Condesa, Roma y Coyoacán, en la Ciudad de México, inspiraron a los dueños de “Tips”, La casa del café, para crear un ambiente con el aroma de esta bebida que puede ser tan negra como la noche, tan ardiente como el calor, tan pura como un ángel o tan dulce como el amor.
La casa del café abrió sus portones el 11 de noviembre de 1990 en Reynosa y, desde entonces, atrajo la atención de las personas que pasan frente al lugar, por su fachada de grandes ventanales.
En el interior está decorada con pinturas realizadas por arti