Los tonos metálicos no pasan de moda en esta temporada navideña, así lo aseguró Laura Villarreal.
La mesa en Nochebuena es un espacio donde los seres queridos se congregarán para compartir y degustar los platillos tradicionales.
Para la diseñadora de interiores con nueve años de experiencia atendiendo en residencias y empresas de la frontera, colocar un camino de mesa dorado con una corona llena de ramas de pino nevadas, con venados blancos y duendes, es un buen pretexto para que chicos y grandes se contagien del espíritu decembrino.
“En estos días viene mucho lo blanco, con tonos plateados. Lo que hay que hacer es escoger los acentos para el comedor, en las consoletas o algún rincón que adicional al árbol de Navidad se vea cálido, de manera armoniosa, listo para recibir al Niño Dios”, explicó.
En este sitio se percibe un ambiente limpio, sin contraste de colores, una manera para que este lugar no se aprecie saturado de piezas.
El dorado es otra opción y es ideal para usarlo en rincones donde se puedan colocar arreglos de pino con grandes esferas y copas.
“Lo que buscamos es agregar ramas de pino, también podemos usar velas aromáticas de maderas o canela, que son típicas en esta Navidad”, indicó.
También se pueden reusar los bowls que están ubicados en varios lugares de la casa, pero renovados con flores blancas y ramas de coníferas.
Colocar un gran espejo en un pasillo o cerca de las escaleras ayuda a crear una sensación de naturaleza con tonos tierra, además se pueden colocar largos jarrones con follaje verde y blanco.
Villarreal no descarta usar muñecos o duendes a quienes llama “ayudantes de Santa”, para darle una sensación agradable y amigable a los visitantes.
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