Con más música y sexo que alma, Ricky Martin presentó un concierto que a los pocos minutos de iniciar se convirtió en un carnaval, donde la energía de los ritmos latinos se combinó con apenas unos temas románticos y cadenciosos, así como algunos performances y coreografías un tanto eróticas. Sin duda, una producción de primer nivel.
Sobre una estructura metálica y acompañado de sus músicos apareció el cantante en el escenario, vestido de negro con chaqueta y pantalones de piel, quien a ritmo de rock cantó “Don’t be afraid of the fear”. Así continuó por varios minutos hasta que del piso del escenario emergió un pianista para darle el toque romántico al concierto con “Vuelve”, uno de sus más sonados éxitos.
Pero la breve calma fue interrumpida nuevamente con el sonido de los tambores y las trompetas al escucharse las primeras notas de “Living la vida loca”, después “She bangs” y “Shake bom bar”. Acompañado de sus bailarines Ricky Martin reapareció con un pantalón blanco, saco negro y chaleco a juego con unos zapatos estilo “pachuco”, y haciendo gala de su forma única de bailar y menearse provocó la euforia de sus fans.
Y el sabor latino continuó con “María”, “La bomba” y “La copa de la vida”, entre otras canciones más románticas como “Tu recuerdo”, “El amor de mi vida”, “Fuego contra fuego”, “Frío” y “Te extraño, te olvido, te amo”.
Pasadas las 22:00 horas pronunció las palabras que nadie quería escuchar: “Nos vemos”, “See you later”.
El público insistió, y como ya se ha hecho costumbre, después de unos minutos volvió al escenario para cantar: “Lo mejor de mí”, esta vez vestido con pantalón de mezclilla, camisa blanca y sandalias. De pie y con esa sonrisa que nunca desapareció de sus labios concluyó el concierto: “Música+Alma+Sexo”.
El 25 de abril en la State Farm Arena Ricky Martin prometió a cinco mil 800 personas de esta frontera regresar.
“I’ll be back”, dijo. Y el público le respondió: “Aquí estaremos”, “Te esperamos”, “No faltes”, “Te que