POR ALEJANDRA ARELLANO
FOTOS CORTESÍA
No hay mayor regalo de vida que la oportunidad de tener un hijo. Ser madre es una bendición, privilegio de una mujer. El embarazo es una experiencia única al brindarle la posibilidad de sembrar la semilla de la vida, una semilla que durante nueve meses germina hasta formar a ese nuevo ser, fruto del amor de una pareja.
Esmeralda Marez, Erika Silva, Alexandra Flores de García, Greta Sofía Wilkox Galán y Julissa Reyes Frías hablan sobre esa etapa en la que llevaron en su vientre a los que ahora son el amor de su vida.
FUENTE DE VIDA
“Tuve la bendición de vivir dos veces la experiencia del embarazo, mi cuerpo se convirtió en fuente de vida. Hubo nauseas, vómitos, mareos, cansancio, miedo, muchos dolores… y vaya que valió la pena”, consideró Esmeralda Marez.
Y agregó: “Nueve meses de amor creciendo dentro de mí. Amé a mis hijos desde que sospeché que venían en camino. Los amé más cuando escuché por primera vez sus latidos. Los amé sin importar si venia una niñita o un varón. Los amé con cada patadita que me dieron. Los amé antes de ponerles una carita en mi mente”.
Sin dudarlo reconoció que fue muy feliz viviendo ese amor a ciegas.
“Esos nueve meses supe que me escuchaban, que me sentían; una conexión única y la más dura de romper”, expresó.
Hoy la palabra “mamá”, asegura, tomó otro sentido y otra dimensión, y nunca se sintió tan dichosa, afortunada y llena de amor hasta que se convirtió en ella.
“Si pudiera pedir algo, sería tiempo y vida para seguir disfrutando cada etapa de mis hijos: Marcela y Alejo García; verlos crecer y estar con ellos en los momentos buenos y no tan buenos”, mencionó.
LE CAMBIÓ LA VIDA
Para Erika Silva el embarazo es una experiencia única.
“Como mujeres tenemos un mundo de cosas que confrontar, desde síntomas molestos, hasta el sentir esas pataditas y movimientos que llenan tu vida de ilusión”, mencionó.
Confesó que después de enterarse que sería mamá por segunda vez sintió miedo.
“No lo voy a negar, ese sentimiento de volver a empezar, ya que mi hijo mayor, Ulisses, tiene ya 8 años”, agregó.
Reconoció que el rol de madre conlleva una gran responsabilidad: traer un bebé a este mundo le cambia la vida a una mujer para siempre.
El sexo del bebé lo supo hasta después de que se hizo el ultrasonido, en una pequeña reunión familiar: ¡“Memito venía en camino”!
“Este segundo embarazo ha sido una bendición. A mis 31 años de edad es lo mejor que me ha pasado. He tenido la madurez emocional y la satisfacción de disfrutarlo, juzgar menos mi apariencia y cambios físicos; valorar y amar este cuerpo del que surgieron dos vidas”, analizó.
LA FELICIDAD LLEGÓ CON MARCELO ANDRÉS
Alexandra Flores de García ha disfrutado su embarazo, y Marcelo Andrés nacerá el 10 de mayo. “No lo podía creer, incluso me hice dos pruebas caseras para comprobarlo. Me moría de felicidad por darle la vida a un hermoso ser. Ese mismo día se lo hice saber a mi esposo”, recordó.
Este es su primer embarazo para Alexandra. “Realmente no me puedo quejar de nada, porque me ha ido muy bien gracias a Dios. El primer trimestre solo sentí un poco de náuseas y sueño, pero ya después pude andar muy activa”, comentó.
Añadió que hasta el momento se ha portado de maravilla. “En estos meses de mi embarazo me he dado cuenta que será un niño muy querido por toda la familia”, consideró.
Alexandra, por su parte, menciona que está lista para consentirlo, y hasta para los desvelos que les hará pasar.
“No me caben las palabras de lo feliz que me ha hecho sentir desde el momento que supe que venía a nuestras vidas”, finalizó.
SU HIJO ES PURO AMOR
Julissa Reyes Frías tuvo un embarazo con los síntomas que normalmente se presentan, pero solo durante un mes.
Fueron meses difíciles porque se desarrolló cuando se dio a conocer la pandemia, así que solo salía a caminar y tomar aire fresco, además de que empezó a comer saludable.
En esta etapa experimentó numerosos cambios, principalmente a nivel emocional.
“Los cambios de humor muy chistosos; lloraba porque tenía hambre y todo me daba asco; estaba feliz y por cualquier cosa me ponía muy sentimental o gruñona. Experimenté, además, episodios de ansiedad y estados de impaciencia”, comentó.
El último trimestre pasó por momentos de preocupación, dudas y temores con respecto al parto.
Antes de que naciera Ángel González Reyes, el 2 de diciembre de 2020, tres veces por semana con música de Mozart estimulaba su inteligencia y habilidades desde su vientre.
Para Julissa los milagros existen y los tiempos de Dios son perfectos. Ángel nació del amor de sus padres por fecundación in vitro, así que cuando supo que estaba embarazada no había mayor felicidad que saber que muy pronto tendría entre sus brazos a su niño.
UNA EXPERIENCIA ÚNICA
Para Greta Sofía Wilcox Galán su embarazo transcurrió dentro de lo normal.
Consideró que fue una experiencia única e inigualable al sentir crecer en su vientre a su bebé. Ansiosa de su nacimiento durante esa espera de nueve meses, pero preocupada porque su embarazo transcurrió en plena pandemia, así que tuvo que seguir todas las medidas necesarias para cuidarse y proteger a Greta Sofía, la nena que le dio la mayor felicidad, y fue su regalo de cumpleaños, ya que nació unas horas después.
Sin embargo, está muy agradecida con Dios de tenerla entre sus brazos y sana.
“Sé que ser madre implica mucha dedicación y esfuerzo, pero la recompensa es enorme. Es una de las experiencias más hermosas que he vivido, un hermoso regalo de la vida que trajo alegría al hogar, el reflejo de nuestros ojos y el futuro del mundo en el que vivimos”, señaló.