En el caso de Mario Alfonso López López y Alejandra López Valdez, padre e hija, ambos son abogados, siguiendo los pasos de Alfonso López Quiroga (†), abuelo de ella.
Alejandra señaló que siempre se vio como abogada. Desde niña le emocionaba estar al lado de su padre y pensar que algún día iba a estar con él en el mismo despacho. Se le cumplió, a sus 26 años de edad ya tiene el título por la Universidad Tecnológica de México en Monterrey, (UniTec).
Como abogado, mencionó Alejandra, su padre ha ejercido la carrera con emoción, pasión y dedicación, mientras que él disfruta ver cómo su hija se entrega a su profesión.
Todo lo que Mario Alfonso
sabe, está dispuesto a enseñárselo, una herencia que no tiene precio.
Por lo pronto está en su despacho y se prepara para hacer su trabajo lo mejor posible. El compromiso es fuerte, la intención es buena y el gusto de ser abogada, como papá, finalmente lo cumplió.
Mario Alfonso, por su parte, aseguró que tener como colega a su hija es un gusto que sólo Dios pudo haberle dado.
SU PADRE, UN GRAN MAESTRO
Jaime De León es un abogado con 33 años de carrera y 25 impartiendo cátedra de Derecho en la Universidad México Americana del Norte.
De su hija Kendra De León de Ramírez, manifestó sentirse satisfecho.
“Papá me fue enamorando desde muy chiquita de la carrera, verlo a él como imagen y ejemplo me convenció de estudiar Derecho”, comentó Kendra.
Kendra estudió la carrera de Derecho en la UMAN y después de haber concluido sus estudios estuvo como pasante en la Junta de Conciliación y Arbitraje; posteriormente, a nivel federal, tuvo la oportunidad de desenvolverse como actuaria judicial.
“Mi padre desempeñó la abogacía con mucha pasión. Desde muy chiquita siempre fuimos muy apegados. Al ir creciendo fui concientizándome de lo bonito de la carrera, a través de la cual tenía la posibilidad de evitar injusticias. Para mí es una carrera muy noble”, dijo.
Así, Kendra se siente orgullosa, honrada y bendecid