
Hoy en día, muchas personas están vendiendo “sueros milagrosos” que prometen curarlo todo: cansancio, ansiedad, envejecimiento, sobrepeso, “desintoxicación” y más.
Pero la verdad es esta: la mayoría de esos sueros no tienen ninguna base científica real para las promesas que hacen. Están siendo usados como negocio, no como tratamiento médico.
Y eso se llama charlatanería.
Lo preocupante no es solo el gasto innecesario… es que pueden representar un riesgo para tu salud:
• Contienen mezclas que no necesitas.
• No están regulados ni personalizados.
• En ocasiones, son aplicados por personas sin formación médica.
Si realmente tuvieras una deficiencia de vitaminas, no se soluciona con un suero “genérico” cada semana, sino con un diagnóstico médico claro, estudios de laboratorio y un tratamiento bien indicado.
No necesitas un suero para “hidratarte”, “curarte la cruda” o “desintoxicar” tu cuerpo. Tu cuerpo ya cuenta con órganos maravillosos como el hígado y los riñones, que cumplen esa función sin cobrarte miles de pesos por sesión.
A veces, lo que parece “natural” o “preventivo” es solo una manera disfrazada de venderte una idea sin sustento.
Eso no es medicina: es marketing con bata blanca.
La información es poder. Cuestiona, infórmate y no pongas tu salud en manos de quien vende soluciones mágicas sin evidencia.
Pregúntate siempre:
• ¿Realmente lo necesito?
• ¿Quién me lo está recomendando?
• ¿Tiene sustento médico o solo es una moda?
Recuerda: la salud no se inyecta, se construye con buenos hábitos todos los días.
Con ética y responsabilidad.