La vida y obra del pintor, escenógrafo, muralista y novillero tamaulipeco José Reyes Meza, se recordó en una semblanza a la que dio lectura la pianista Lulú Franco de Elizondo. Un homenaje póstumo como parte de la celebración del Día de los Muertos.
Como tradicionalmente se acostumbra en México, se montan altares a los difuntos, en este caso, se ofrendó al artista nacido en Tampico, en reconocimiento a su trayectoria y al legado que heredó al Estado que lo vio nacer y, en consecuencia, a México.
En el evento, realizado el 31 de octubre en el lobby del Parque Cultural Reynosa, estuvieron presentes Leticia Terán de Robinson, directora del centro cultural; Marco Aníbal Cantú Elizondo, presidente del Ateneo de Reynosa; funcionarios del ITCA y Fernanda Reyes Algarra, hija del artista, quien se encargó de ahondar sobre el rol que tuvo como padre de familia.
Y entre huapangos tocados por el grupo “Nobleza Huasteca” y bailados por René Cruz y Angela De León, los asistentes disfrutaron un vaso de chocolate con pan de muerto.