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Una pareja con el don de servicio

7 de diciembre de 2015 por Gabriel García

Despachos Aduanderos GarberDSC_0007DSC_0010Familia García Bermea

Carlos Alberto García González e Ivett Bermea de García han construido un matrimonio sólido
conscientes de que la base de la sociedad es la familia.

“Hasta el día de hoy hemos sembrado
la semilla del esfuerzo y vamos a seguir
haciéndolo, pues tenemos muchas ganas
de continuar trabajando”.

En esta época de reflexión y unión familiar, los agentes aduanales Carlos García González e Ivett Bermea exhortan a los matamorenses a no perder la fe y tener la esperanza que el 2016 será un año mejor para todos.
Carlos, originario de esta ciudad e Ivett, de Nuevo Laredo, estaban destinados a ser pareja.
Se conocieron cuando ambos estudiaban la carrera de Contador Público en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Y mientras cursaban el quinto semestre se llevó a cabo un simposium al que acudieron y donde se marcó un parteaguas para su relación.
Al graduarse y después de compartir tantos momentos juntos, ninguno de los dos quería separarse, pues Carlos regresaba a Matamoros e Ivett a Nuevo Laredo.
En un momento dado él confesó: “Yo te quiero tanto que un día te voy a pedir que te cases conmigo”, ella estaba emocionada mientras sus amigas se reían de la situación.
“Nos llevábamos tan padre como amigos, que teníamos miedo de ser novios, pero el último año de la carrera me pidió que fuera su novia y dos meses después de graduarnos nos casamos”, comentó Ivett.
El próximo 19 de febrero la pareja cumplirá 22 años de casados. Tienen tres hijos: Carlos Alberto, de 21 años de edad; Natalia, de 18, y Tania, de 14, quienes representan el motor que los impulsa a trabajar arduamente, aunque esto conlleve la ausencia de alguno de los dos por algunos instantes y los hijos comprenden.
“Nuestros hijos están conscientes de que no podemos estar en todo, no porque andemos de vacaciones, sino porque estamos trabajando. Y lo hacemos no sólo para dejarles un mejor futuro, sino al entorno que nos rodea: la comunidad. Pero definitivamente todo lo que hacemos es pensando en familia, ya que su opinión cuenta, pues no puedes hacer algo sin el apoyo familiar”, afirmó Carlos.
Este amor por el trabajo es un valor que tanto Carlos como Ivett tienen muy arraigado, gracias a la educación que ambos recibieron de sus padres.
“Esta pasión por trabajar la traigo en la sangre desde mi abuelo materno, Benjamín González Padrón. A pesar de que estudió sólo hasta segundo año de primaria, logró ser un hombre muy exitoso en los negocios. Le decían ‘El burrito de oro’, pues era muy trabajador”. 
“En el caso de mi abuelo paterno, Carlos García De la Garza, era socio y chofer de una empresa transportista. Creo que si trabajas lo suficiente y sabes hacer equipo, no tiene por qué irte mal”, comentó.
Carlos recuerda que de niño tenía el deseo de ser senador cuando fuera grande, al mismo tiempo de que muestra una enciclopedia que leía y donde escribió su deseo.
“Hace 35 años de esto, pero qué buena onda que un chavito de ocho o nueve años tenga esa meta. Nunca he tenido la oportunidad de participar para el Senado de la República, pero fui candidato en tres ocasiones. La primera no logré un triunfo, pero en las últimas dos sí. Así que mi sueño de chavito, porque eso era lo que me inculcaban mis papás, que si uno se ponía a estudiar, le echaba ganas y trabajaba, algún día podría ser una realidad.
“Tanto Ivett como yo venimos de familias luchonas, de gente echada para adelante, no de dinero, pero sí de matrimonios fundados en el amor, sólidos y trabajadores. Cuando me preguntan cómo me iba en la escuela cuando era niño, puedo decir que sacaba puro diez y que estudiaba mucho para obtenerlos y poder formar parte de la escolta. Tuve el honor de ser sargento en primaria y secundaria, pero lo hacía porque quería sobresalir”, refiere Carlos García.
Una anécdota que se le viene a la mente y lo pone feliz, es cuando formó parte de la escolta en tercer año de secundaria.
“En ese tiempo mi papá era transportista y siempre estaba viajando. Me acuerdo que cuando me tocó entregar la escolta, pues era sargento, tenía el deseo de verlo y no llegó. Entonces cuando iba caminando a la oficina de la dirección a dejar la bandera a la vitrina, lo vi que venía corriendo y me llené de emoción porque hizo todo su esfuerzo por acompañarme y lo abracé. Es una anécdota que no se me olvida, pues llegó tarde, pero llegó”, comentó.
Como buen canceriano, Carlos es un hombre que se caracteriza por su tenacidad. Y no importa cuántas veces se caiga, él se levanta.
“Y esa tenacidad la aplica en el negocio, en la política, en la familia y en los hijos. Creo que al final del día si haces las cosas por convicción y no por conveniencia, si lo haces de corazón, vas a seguir luchando hasta que logres no solamente una, sino todas las metas que te hayas trazado”, comentó Ivett.
Quien fuera diputado federal en dos ocasiones por el Distrito 04 de Matamoros (2006-2009 y 2012-2015), combina su actividad empresarial con la política.
“Desde 1994 hasta 2000 me dedicaba cien por ciento a la agencia aduanal, y en 2001 me empezó a interesar la política. Primero fue por invitación, pero ya que estás en eso te gusta y la ves como una forma de incidir en el apoyo a la comunidad y lo hice con mucho gusto”, dijo.
Uno de los motivos principales por los que decidió ser legislador federal fue representar dignamente a Matamoros y al Estado.
“Durante mi gestión como diputado federal, pude presentar varias iniciativas y reformas estructurales. Pero lo más importante para mí fue la gestión directa que pude hacer en mi oficina. Como representante popular, pude acercarme a diversas dependencias y gestionar a favor de las personas que tuvieran algún problema y eso es algo que se le olvida mucho a los diputados tanto locales como federales, que la oficina de gestión debe ser una oficina que esté funcionando al cien por ciento”, dijo.
En todas las gestiones realizadas le fue muy bien, por ello en todos los informes de actividades legislativas contó con la asistencia de más de tres mil personas, muchas de ellas agradecidas porque cuando le pidieron el apoyo siempre obtuvieron respuesta.
“Siempre he hecho equipo con los tres órdenes de gobierno para empujar proyectos y etiquetar recursos en el presupuesto de egresos del municipio. Con mucho orgullo comparto que en la legislatura pasada se lograron más recursos adicionales para Matamoros en el presupuesto que presenta el ejecutivo”, agregó.
Junto al diputado Ramón Antonio Sampayo hizo mancuerna para presentar diversos proyectos en beneficio de Matamoros, como la gestión de casi 200 millones de pesos adicionales para obras de pavimentación y lograron atraer recursos para diferentes proyectos en el tema del deporte y la cultura.

AGENTE ADUANAL
Desde muy temprana edad, Carlos tuvo su primer encuentro con el mundo del comercio exterior en su natal Matamoros, lo que lo llevó a trabajar duro, estudiar y ganar por esfuerzo propio su patente como agente aduanal a los 22 años en 1994.
Su filosofía de trabajo radica en tomar como mayor eje de valor al capital humano. Hoy es reconocido por su trabajo al frente de Despachos Aduaneros Garber desde hace 21 años.
“En lo personal siempre estoy buscando nuevos retos y fijándome metas que me permitan crecer como ser humano a la vez de consolidar el crecimiento de mi familia y de mi empresa. Soy un hombre de carácter firme, pero con la habilidad y el talento para llegar a acuerdos que sean útiles y provechosos para todos”, afirmó.
El agente aduanal está consciente de que el trabajo en equipo es importante para llegar a la meta trazada.
“Todos juntos, como debe de ser. Por ello nuestra empresa cuenta con un equipo de especialistas, cada quien en su materia y ámbito, que suman sus fortalezas a las de un proyecto bien sustentado con los ojos puestos en el porvenir y no sólo en el presente”, puntualizó.
Despachos Aduaneros Garber ha hecho un esfuerzo por certificarse en diferentes temas de apoyo a la comunidad. Por ello el grupo se ha certificado como Empresa Socialmente Responsable (ESR) que involucra proyectos de medio ambiente e incentiva apoyo a la comunidad. Los empleados por ejemplo, siembran árboles en áreas verdes, acuden a brindar ayudar a la Casa del Adulto Mayor o donan medicamentos al Sistema DIF Matamoros.
“Por otro lado, Despachos Aduaneros Garber nos estamos certificando ante el SAT con el Nuevo Esquema de Empresa Certificada (NEEC) para poder dar cada día un mejor servicio a los importadores y exportadores y eso es positivo, porque si todos los agentes aduanales de Matamoros nos certificamos, podremos atraer más trabajo a esta Aduana, y eso detonará en un mayor desarrollo económico que beneficiará a más personas, no sólo a la agencia aduanal”, explicó Ivett.
El próximo año Garber se certificará también en el modelo de equidad de género. “Sólo estamos esperando que se publiquen los lineamientos, pero es algo que queremos lograr porque estamos convencidos y así lo practicamos, que en todos los espacios laborales debe haber igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres”, agregó.

AGENTE ADUANAL DEL AÑO
Gracias a su esfuerzo y dedicación, la revista mexicana de comercio exterior “Estrategia Aduanera”, lo distinguió como Agente Aduanal del Año, lo que representa para Carlos un aval externo que demuestra que en su empresa y en su vida aduanera está haciendo bien las cosas.
“Me siento muy feliz por esta distinción. Para un servidor, para mi familia y para mis colaboradores, es una gran satisfacción. Pero más que eso, es un reto para seguir siempre hacia adelante, luchando por ser mejores, por hacer equipo y por defender con firmeza, pero siempre de manera respetuosa, todo lo que hemos logrado como agentes aduanales”, dijo.
Esta satisfacción la comparte con sus padres, de quienes heredó esa férrea voluntad para vencer con determinación, fe y confianza los obstáculos que la vida le pudiera presentar. 
“Mi madre, Margarita, es licenciada en Psicología y una dama muy reconocida en Matamoros por sus labores altruistas. Durante muchos años dio clases en el Tecnológico de Matamoros y varias generaciones que egresaron fueron bien asesorados por ella”, señaló.
En el caso de su padre, es una persona a quien respeta y admira. Cuando le preguntan quién es su ejemplo, Carlos no tarda en responder que su papá.
“El comenzó desde muy chavo a trabajar como agente de tránsito, posteriormente fue perito, luego estuvo encargado de expedir licencias para manejar y muchas personas lo conocieron, más tarde formó su propia empresa de transportes donde trabajó con mucha pasión”, indicó.

A ESTE GRAN HOMBRE,
LO ACOMPAÑA UNA GRAN
MUJER…
Carlos cambia el dicho: “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer” pues dice que a él lo acompaña “una gran mujer”. Con Ivett comparte además de su vida sentimental el éxito profesional.
“Siempre me he desempeñado como agente aduanal en los despachos hasta que en 2007 tuve oportunidad de ser presidenta nacional de la Fundación de los Agentes Aduanales. Fue una experiencia muy bonita durante tres años, período en el que realizamos actividades de recaudación de fondos para apoyar a la niñez de México. Y específicamente aquí en Matamoros he estado al frente de la fundación como consejera durante los últimos ocho años”, dijo.
Entre las acciones más importantes realizadas en Matamoros destacan: el convenio con la Fundación Unete, el equipamiento de dos primarias y dos secundarias con 20 computadoras, así como una alianza con la maquiladora Starkey para colocar 80 aparatos auditivos a niños de Matamoros.
“En Matamoros hay una secundaria que está en el ejido “La Venada” ubicada a las afueras de la ciudad y los estudiantes no pueden llegar caminando. Entonces como fundación recaudamos fondos y compramos el transporte para donarlo a esta escuela. Y en este 2015 apenas hicimos la recaudación hace dos semanas, pero todavía no sabemos a qué organismo lo vamos a destinar, pero será enfocado a la salud o a la educación”, dijo Ivett.
En 2013 fungió como presidenta de la Asociación de Agentes Aduanales de Matamoros y en la presente administración municipal fue titular de la Secretaría de Educación, Cultura y Deporte poco más de un año.
“Después de graduarme como contadora pública hice una maestría, pero terminé un doctorado en Educación, pues el tema me apasiona. Tuve la oportunidad de estar al frente de la educación en Matamoros, donde hicimos grandes proyectos enfocados a detectar los talentos de los jóvenes de la ciudad. 
“Les hicimos pruebas de talento y es un honor comentar que por primera vez en la historia llevamos a los jóvenes más destacados de cálculo mental a una competencia nacional en México que se celebró en el Tecnológico de Monterrey, en donde nos trajimos campeones por cada una de las categorías”, señaló.
Despachos Aduaneros Garber hizo una alianza con Ramón De la Peña, quien fuera rector del Tec de Monterrey, ahora rector del Centro de Estudios Universitarios de Monterrey, quien maneja un programa muy interesante para detectar talentos.
“En una reciente visita a Matamoros nos explicó en qué consiste. También nos hemos aliado con otras fundaciones y llevamos a cabo la detección de éstos jóvenes. Sin importar el grado de estudios que cursen les aplicamos el examen, les decimos cuáles son sus talentos y los ayudamos a buscar cursos de capacitación para desarrollar ese talento”, explicó.
“Estoy por presentar a principios de año mi tesis doctoral que habla sobre trayectorias educativas y cómo la sociedad civil puede ayudar a los jóvenes a completar o a no interrumpir esas trayectorias. Si por algo abandonaron sus estudios, los invitamos a que se acerquen con nosotros y analizamos cómo poder apoyarlos para reintegrarse a sus estudios”, expresa Ivett Bermea.
De sus padres, aprendió el valor del trabajo, a ser honrada, leal y comprometida en sus proyectos.
Como matamorense, Carlos espera que su ciudad compita por ser una de las mejores no sólo del Estado o de México, sino del mundo.
“Tenemos que ser una ciudad que presente proyectos innovadores. Que atraiga inversión no sólo a través de incentivos como lo hacen algunos Estados o municipios. Cuando llega un inversionista nacional o extranjero lo que quiere es ver una ciudad que de manera integral le ofrezca todo un paquete”, dijo. 
“Entonces si Matamoros logra como gobierno atraer inversión a través de un esquema de incentivos en los impuestos locales, el que les pueda garantizar que en su parque industrial habrá seguridad, el que sepa que cuenta con mano de obra calificada que haga más eficientes sus líneas de producción, eso puede lograr que Matamoros, como hace algunos años, vuelva a ser líder en el renglón de la industria maquiladora y poderle dar a los matamorenses empleos bien pagados”, resaltó.
En esta época de reflexión, Carlos e Ivett le desean a Matamoros una mayor tranquilidad y la oportunidad de respirar otros vientos más favorables que permitan tener la esperanza de que las cosas pueden mejorar.
“Esperamos un 2016 lleno de bendiciones para todos nuestros seres queridos, mucha salud y sobre todo el poder sacar adelante a nuestras familias en un entorno más favorable. Si todos pensamos de manera positiva, podremos lograr que aquello que nos preocupa a todos vaya cambiando, si no de tajo, poco a poco”, concluyó el agente aduanal

clase_editor@horacero.com.mx
Tels. 929.75.85 al 87. Ext. 106

Categoría: Entrevistas

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