Taylor Elise y José Luis jamás se imaginaron que sería justamente “El Mesías” de Händel el que uniera sus vidas para siempre. El concertista se sintió atraído por su voz y la belleza de quien se convertiría con el tiempo en su esposa.
Ella es originaria de Bloomington, Illinois, en Estados Unidos, mientras que él nació en Reynosa, en la frontera tamaulipeca de México.
Jerry y Pat Pocopanni son una pareja con valores muy arraigados que apoyaron a su hija Taylor, para que obtuviera una licenciatura en psicología en Augustana College. Ella también trabajó como directora de operaciones en Senior Star Management Company, empresa dedicada al cuidado de adultos mayores. Sin embargo, a pesar de que no se dedica profesionalmente a la música, canta desde muy joven como soprano.
Por su parte, José Luis es el primogénito del matrimonio integrado por José Luis Hernández Garza y Angelina Estrada de Hernández, pareja reynosense involucrada en el arte y cultura en esta ciudad. Es también por eso que desde muy corta edad estuvo interesado por la música clásica a la que se ha dedicado con gran pasión, logrando ser uno de los directores mexicanos con más reconocimiento a nivel internacional por su gran talento, al completar su desarrollo profesional en liderazgo educativo en el Conservatorio de Nueva Inglaterra y la Escuela de Graduados de Educación de Harvard y ha tenido la oportunidad de dirigir orquestas de clase mundial, como dictar conferencias de arte y ha escrito un libro sobre “El sistema”, una filosofía sobre educación musical.
Fue a finales de 2014 que ambos llegaron a la ciudad de Tulsa, Oklahoma, él al ser convocado para dirigir la representación de “El Mesías de Händel” (una obra de George Friendrich Händel de 1741) con el Coro de Boston Avenue United Methodist Church y músicos de la Tulsa Symphony Orchestra. Ella era parte del ensamble coral en el área de sopranos.
El flechazo se dio durante uno de los ensayos de la obra, cuando José Luis no pudo evitar sentirse atraído no sólo por la belleza de Taylor, sino por su melodiosa voz.
Durante el tiempo que estuvieron en ensayos esperó la oportunidad para acercarse y entablar una conversación, pero fue complicado pues al final cuando intentaba avanzar hacia ella, había alguien que lo interrumpía para pedirle algún consejo, o una observación artística. Él, nervioso al ver que la oportunidad de platicar con Taylor se le iba de las manos, apresuró cada una de las charlas hasta que llegó hacia ella, quien por fortuna no se había retirado aún. Fue así que comenzó todo.
La conexión se dio de inmediato pues enseguida surgió ese sentimiento que a los pocos días se convirtió en amistad, para después hacerse más profundo al descubrir que ambos tenían muchas cosas en común.
En una de las conversaciones que tenían casi a diario, surgió el tema de Navidad, que estaba muy cerca y a pesar de ser una de las épocas favoritas de José Luis, le comentó que no había tenido tiempo siquiera de comprar un pino.
En esas fechas sería su cumpleaños y organizó una pequeña reunión a la cual la invitó y cuando se llegó el día, la sorpresa fue no sólo que Taylor acudió, sino que no llegó con las manos vacías. Ella llevaba un gran árbol de Navidad totalmente decorado. “Ha sido el mejor regalo que me han dado”, mencionó José Luis.
Empezaron a salir más para hacer más estrecha su relación de amistad, pero llegó un momento en el que a José Luis no le gustaba ser sólo amigo de Taylor, por lo que se armó de valor y le pidió que fuera su novia. Para su fortuna, ella le dio el sí y desde entonces su amor fue creciendo.
Durante dos años compartieron grandes experiencias juntos, sus familias vieron con beneplácito su noviazgo y en una ocasión José Luis y Taylor viajaron con los padres de él a Los Cabos en donde ella pudo conocerlos mejor, logrando además enamorarse del hermoso lugar.
Para “Thanksgiving” la joven pareja se trasladó a Alabama en donde los padres de Taylor residen, para disfrutar estas fechas especiales en familia y conocer mejor a su novio.
Taylor es deportista, le gusta correr y ha tenido la oportunidad de participar en algunos maratones, como el de Chicago, al que quería convencer a José Luis para que la acompañara, pero sólo participó en un 5k en Tulsa.
Los mejores momentos que recuerdan como novios son las caminatas en un parque local cerca donde residían en ese tiempo, las películas en casa, pero sobre todo los conciertos, pues la música es algo que ambos disfrutan mucho.
Con el tiempo José Luis decidió dar el siguiente paso por lo que preparó un momento muy especial durante una visita al Philbrook Museum of Art.
Cuando paseaban por sus bellos jardines y una villa italiana, para sorpresa de Taylor, José Luis se puso en una rodilla y sacó una cajita de terciopelo que contenía un anillo con un brillante ovalado con baguettes, algo muy clásico que él eligió en base a la personalidad y estilo de su novia. Así con muchos nervios le preguntó que si quería ser su esposa. Por supuesto, Taylor muy emocionada dijo que sí a la propuesta y desde ese momento, ambos supieron que sus vidas estarían unidas por siempre.
Como ellos son muy creyentes en la religión, se prepararon espiritualmente para antes del gran día y así iniciar un matrimonio armonioso, lleno de amor y respeto.
Planearon su boda con mucho entusiasmo, Taylor enamorada de la cultura mexicana decidió que quería que la fiesta religiosa se realizara en Los Cabos, Baja California Sur, por lo que la mejor fecha para que esto sucediera sería a finales de julio.
En primavera, antes de casarse, ambos tuvieron la oportunidad de viajar a Nueva York donde José Luis pudo ver con orgullo y amor a quien sería su esposa, en un concierto realizado en el Carnegie Hall en donde feliz la escuchó cantar.
Como regalo de bodas la llevó a la casa Tiffany, para que la novia eligiera algo para ese gran día.
La fecha tan esperada llegó y fue el 29 de julio del 2017 en la capilla del hotel Resort Pueblo Bonito Sunset Beach, donde en presencia de sus padres Jerry y Pat Pocopanni, así como José Luis Hernández Garza y Angelina Estrada de Hernández, los novios juraron su amor.
En ese momento Taylor tuvo la oportunidad de conocer más a fondo la cultura milenaria del país que vio nacer a su esposo, logrando incrementar su amor hacia él.
La ceremonia civil se realizó en Tulsa, Oklahoma, semanas después con la presencia de familiares y amigos, ciudad donde establecieron su residencia actual.
Para Taylor y José Luis la vida ha sido maravillosa pues no sólo encontraron a la persona de sus sueños, sino que lograron que sus familias compartieran sus mismos valores y su amor por la música, lo cual sin duda les hace muy felices.
En la actualidad ambos comparten sus conocimientos a personas interesadas en aprender el arte de la música, con clases gratuitas, y no dudan en mencionar a Händel, autor de “El Mesías”, pieza clásica que fue clave para enamorarse y unir sus vidas.
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