Catorce bandas se presentan en el festival de catrinas ante un público de alrededor de diez mil personas que cantan y bailan al ritmo que les tocan.
El TRI, Zoé y Caifanes, entre las más aclamadas.
FOTOS VÍCTOR BRIONES
MCALLEN, TX.
Durante doce horas continuas, catorce bandas de rock mexicanas tocaron en vivo, por separado, durante el Tecate Catrina Fest; un magno espectáculo al aire libre a la altura de los festivales presentados en las principales ciudades de México y Estados Unidos.
Este año es la primera vez que McAllen recibe un evento de este nivel, organizado por First Row Production. Alrededor de diez mil asistentes provenientes del Valle de Texas, Reynosa y ciudades aledañas, así como de San Antonio y Monterrey llegaron desde las 11:30 horas a la inauguración el 2 de noviembre en el McAllen Convention Center.
De manera puntual y alternada, en tres escenarios, frente a una catrina de más de diez metros de altura, se fueron presentando los grupos, y fue La Castañeda la que abrió los conciertos. Le siguió Genitallica, Los Master Plus, Jenny and The Mexicats y La Santa Cecilia.
A las 3:25 horas el saxofón de Leo Pellegrino, la trompeta de Matt “Doe” Muirhead y los tambores de David “King of Sludge” Parks, de la banda americana Too Many Zooz, empezaron a sonar con sus característicos ritmos de jazz, afro-cubano, funk, electrónica y house.
Apenas subieron al escenario los tres integrantes y la gente se reunió para bailar, para después despedirlos con una gran ovación.
La música electrónica y los tambores se cambiaron por el pop y la batería, para dar paso a Ximena Sariñana en el stage de enfrente, quien con su estilo suave, un mix de jazz, rock y soul le bajó el tono.
Los más rockeros y ruckeros se apresuraron para estar en primera fila y ver a El TRI, que no dudó en incluir en su repertorio: “Oye cantinero”, “Metro Balderas”, “Niño sin amor”, “ADO” y “Las piedras rodantes”, entre otras de sus último repertorio.
Álex Lora con su grupo, y al final con la presencia de su “domadora”, fue el que más relajo causó por sus provocativos comentarios en contra del gobierno actual y los políticos.
Con la bandera tricolor cantó con los asistentes el Himno Nacional, lanzó Vivas a México y a los héroes que nos dieron patria, acompañado de un danzante azteca con su atuendo característico de penacho con plumas y taparrabo.
Después de Cultura Proféctica y Fobia siguió Zoé, uno de los conciertos más esperados. Con una selección de rolas, Leon Larregui puso a cantar al público. Entre cada interpretación, el vocalista comentaba que olía a carne asada.
“Huele con madre. Espero que así esté de sabrosa la carne”, repitió.
Al terminar siguieron los Caifanes, otro de los grupos que atrajo a una gran cantidad de personas.
Saúl Hernández, el vocalista, pidió un aplauso para todas las bandas que por primera vez se reunían en McAllen, cada una con una propuesta diferente, para complacer al vasto público amante del rock.
Víctimas del Dr. Cerebro e Inspector fueron los encargados de cerrar el festival a la medianoche.
Además de los conciertos, en el Oval Park del McAllen Convention Center se presentaron grupos locales de música; en el área de la fuente hubo trajineras como las de Xochimilco (México), puestos de comida y bebidas.
Algunos de los asistentes expresaron su interés porque este festival sea el primero de muchos otros.