La cuera que da identidad a los tamaulipecos y enaltece a México sigue ‘volando alto’.
Si el traje de charro y el vestido de china poblana representan a México en el mundo, la cuera de piel es el ícono de Tamaulipas desde hace más de sesenta años, cuando María Luisa Martín Font viuda de Haeberli resulta ganadora del concurso para instituir el traje típico de los tamaulipecos.
En el sexenio de 1957-1963 por órdenes del gobernador Norberto Treviño Zapata se lanzó la convocatoria por la que se reciben numerosas propuestas, pero es el diseño de doña María Luisa el que convence al jurado de tener todos los elementos para representar al Estado.
Gracias a su creatividad, habilidad para cocer y bordar a mano presenta el traje de dama que consta de cuera, falda, blusa y bolsa para dama, mientras que el de caballero: cuera y chaparrera, delicadamente confeccionado en gamuza y sus bordados o arabescos en piel.
De un pequeño taller que inició en 1940 en Ciudad Victoria con el nombre de “Novedades Artesanía Tamaulipeca”, se ha convertido en una empresa de tradición familiar en la que más de cuatro generaciones han formado parte hasta la actualidad.
Además de vestidos de novia y de fantasía diseñaba trajes típicos, su especialidad hasta la fecha.
María Luisa Rodríguez Haeberli continúa su legado y con alrededor de ocho personas trabajan todos los días para cumplir los encargos; la mayoría de ellos personalizados.
Durante una entrevista explicó que la cuera tiene el corte propio de un saco, mientras que la blusa de la mujer tiene el largo a la cadera baja, llevan el escudo de Tamaulipas en la espalda, y las faldas al frente.
Aclaró que desde el siglo XVIII se tiene referencias del uso de cueras elaboradas con piel usadas por los militares y los vaqueros del noreste de la Nueva España para protegerse del clima extremoso y la vegetación espinosa propia de la región.
Con el paso del tiempo, mencionó que han surgido nuevos estilos en diferentes regiones de México y se ha dado crédito a ciertas personas como sus creadores, pero el traje que da identidad a Tamaulipas es el que diseñó su abuela María Luisa Martín Font viuda de Haeberli.
“En otras regiones se les incorporan decoraciones con chaquira, algunas cueras son tipo pachuqueñas, cortas, incluso a nivel teatral se ha exagerado en los adornos colocándole flores muy grandes, pero nuestra familia conserva la esencia y autenticidad de las que se usan hasta el día de hoy”, reiteró.
LEGADO QUE CONTINÚA
La familia sigue distinguiéndose por sus trabajos de calidad y mantener la esencia del traje original tamaulipeco. Se dedican principalmente a la elaboración de éste, por el cual han sido reconocidas a nivel internacional.
“Sigue siendo el mismo que creó nuestra abuela, lo que hemos hecho es darle variedad”, aclaró.
Al hacerse cargo del negocio la señora María Luisa Haeberli Martín Font de Rodríguez cambia el nombre a Artesanía Tamaulipeca,
Además de confeccionar trajes regionales, en 2010 se registraron como Haeberli Piel, donde además diseñan vestidos personalizados para novia, y trajes de carnaval y de fantasía, entre otras prendas de ropa. También diseñan sombreros de paja y piel, de acuerdo a la petición de las personas.
Ahora se llaman cueras tamaulipecas Haeberli Piel y el taller está en el Centro Cultural Tamaulipas.
TRASPASAN FRONTERAS
Anabell Rodríguez Haeberli, por su parte, recordó que desde que se fundó el taller hace 83 años, han vestido las fiestas charras tanto en México como en Estados Unidos.
Han participado en ferias, exposiciones y desfiles de moda a nivel local, estatal y regional, además de viajar a ciudades europeas; en el Casino de Mónaco asistieron para dar a conocer y promover su artesanía, la cual ha sido reconocida por ser una tradición familiar.
Además de exponer en lo que se conocía como “Los Pinos”, residencia oficial de los ex presidentes de México, y ahora convertido en un complejo cultural, lo han hecho en el Museo de Antropología, el Auditorio Nacional de la Ciudad de México y en días recientes en el edificio del Senado de México.
La firma Haeberli ha dado la vuelta al mundo siendo parte de numerosos eventos de corte internacional.
En 2006 en el certamen Nuestra Belleza México, celebrado en Tampico, elaboraron las cueras tamaulipecas que portaron las 32 señoritas participantes, así como los pareos y tops que usaron cuando desfilaron en bikini.
Además, forman parte de “Original”, de la Secretaria de Cultura del gobierno federal, un movimiento cultural enfocado en el arte textil que cada año reúne a artesanas y artesanos de los pueblos y comunidades creativas de México. Su finalidad es generar conciencia sobre el trabajo artesanal y el reconocimiento de los derechos de propiedad colectiva.
En su interés por expandirse y promover su artesanía, por medio de la Secretaría de Economía tienen el proyecto de exportar su mercancía.
FAMOSOS VISTEN LA ‘CUERA’
Además de viajar con el nombre de Tamaulipas en alto, María Luisa Haeberli de Rodríguez obsequió personalmente una cuera al Papa Juan Pablo II, a través de la cual el pontífice bendijo a las mujeres que trabajan en Haeberli Piel. También llegó a las manos de Benedicto XVI y el Papa Francisco; de la monarquía a la reina Juliana, reina Sofía y Carolina de Mónaco.
El tenor Plácido Domingo, el cantautor Alberto Cortez, la cantante y actriz Anahí así como Dulce, y el boxeador Julio César Chávez son portadores de esta prenda, ícono de Tamaulipas.
Reconocidos grupos y cantantes del regional mexicano, ranchero y norteño han lucido las cueras de la familia Haeberli en sus conciertos. Por mencionar algunos: Los Cadetes de Linares, Juan Villarreal, Carlos y José, Antonio Aguilar, Ramón Ayala, Los Tigres del Norte, Cuco Sánchez, Flor Silvestre e Irma Serrano.
Cuenta Anabell Rodríguez Haeberli que Eulalio González, conocido como “El piporro”, actor, locutor y cantante de música ranchera y norteña, pidió a sus hijos que al fallecer fuera cremado con una de las prendas con las que su público sin duda lo recordará: la cuera tamaulipeca blanca con grecas en color negro. Así lo hicieron pero además solicitaron elaborar una réplica de la misma para tenerla en el museo de la ciudad de Monterrey en donde actualmente se exhiben sus prendas y artículos más queridos.