¿Qué tienen qué ver La Pascua, el Easter Day, la primavera y la fertilidad? Si bien La Pascua en México y el Easter Day como se le conoce en Estados Unidos se celebraron el domingo 31 de marzo y se refieren a la fiesta central del cristianismo, en este último país de manera popular se asocia con el inicio de la primavera y se relaciona con la resurrección de Jesucristo; por eso la costumbre de los huevos y los conejos de chocolate.
La primavera es la época del año donde el sol predomina y las plantas florecen, motivo por el que, de manera simbólica, se ha hecho una tradición, incluso en la frontera, que los niños se disfracen de conejitos y se den a la tarea de encontrar los huevos escondidos. Una forma de celebrar la vida de manera divertida.
HUEVOS Y CONEJOS
El Domingo de Pascua, o Easther Sunday significa la culminación de la Cuaresma. Pero,¿por qué se han hecho una tradición los cascarones de huevo en esta fiesta cristiana?
Las opiniones son encontradas y para los más conservadores no es una forma conveniente de representar la resurrección de Jesús.
Sin embargo, en Estados Unidos han reforzado el sentimiento de renacimiento y fertilidad. También se cree que están relacionados con el ayuno durante los días santos.
La tradición de celebrar la Pascua utilizando huevos y conejos de chocolate se remonta al cristianismo antiguo, hace más de mil años.
La historia escribe que durante el siglo IX se decretó la prohibición de comer huevo durante la cuaresma, por lo que el día de Pascua se celebraba no solo la resurrección de Jesús, sino el “festín del huevo” porque ese día ya se permitía consumirlos. Pero es en la Edad Media cuando comienza la tradición de pintar los huevos para la Pascua.
El conejo de Pascua se recuerda desde entonces, para los pueblos antiguos del norte europeo la liebre silvestre representa el camino cristiano a la resurrección.
La fuerza de sus patas traseras representaban el camino hacia la resurrección.
También se considera al conejo por su capacidad de procreación y, por ende, de fertilidad.
De gran valor simbólico en una temporada de fiestas dedicada a la fertilidad de la tierra tras el invierno.
Desde antes de Cristo, el conejo era un símbolo de la fertilidad asociado con la diosa fenicia Astarté, y es en alusión a esa diosa, que en algunos países centroeuropeos a la festividad de Pascua se la denomina “Easter”.