A tan sólo una hora y media de distancia de la ciudad de Reynosa, en el centro de Brownsville, Texas, se encuentra el zoológico “Gladys Porter Zoo”, considerado entre los mejores del mundo por la biodiversidad de especies que tiene; alrededor de mil 600 animales, muchos de éstos en peligro de extinción.
Cristina Caballero, directora de relaciones públicas del parque, lo invita a un recorrido a pie, o si prefiere a través del tren los domingos, para conocer la historia del lugar y todo lo que se puede ver aquí.
“Gladys Porter Zoo” fue abierto por primera vez al público el 3 de septiembre de 1971 con la finalidad de proteger a los animales en peligro de extinción, conservar la flora y la fauna de la región y cuidar el medio ambiente.
Quienes asistieron a la inauguración, entre cientos de animales tuvieron la primicia de encontrarse con una pareja de gorilas de Africa, los últimos ejemplares que pudieron ser extraídos de su hábitat natural. A pesar de estar en cautiverio, el macho ya cumplió 48 años de edad y la hembra 47, dos de los ejemplares más atractivos del lugar.
El zoológico está sobre una superficie de 31 acres de exuberantes plantas tropicales, dividida en tres áreas: animales tropicales de América, Indo-Australia y Africa; reptiles y un aviario, para los que se ha recreado un sitio muy similar a su hábitat.
Las familias que visitan el zoológico se maravillan con su majestuosidad y la cercanía que pueden tener con algunos animales, haciendo de esta, una experiencia única.
Como ejemplo está el aviario, donde diferentes especies de aves vuelan libremente, mientras los turistas, asombrados, caminan entre ellas. Asimismo, desde hace cinco años mariposas e insectos de diferentes clases también son parte del paisaje.
El vuelo de los pájaros contrasta con la variedad de animales exóticos que tanto llaman la atención: gorilas y cocodrilos, así como el antílope Jentink’s Duiker, único de su especie en todo el mundo, en cautiverio.
Tan largas y