
Si bien los caldos de la abuela se han usado por años como el mejor remedio para curar ciertas enfermedades y hasta para levantar el ánimo, el caldo de hueso cada vez cobra más popularidad por sus propiedades.
Es muy común escuchar que “lo mejor del caldo son los huesos” pero no siempre se le ha dado la importancia que merece.
Es una comida que aporta una gran cantidad de nutrientes como son la glucosamina y condroitina, sustancias necesarias para la salud de los ligamentos, tendones y cartílagos. La glutamina, por su parte, ayuda a la regeneración de los intestinos, mientras que el colágeno podría reducir la inflamación y los síntomas del síndrome de intestino irritable.
Partes de los huesos como el tuétano aporta vitamina A y K2, zinc, hierro, omega-6 y omega-3 por lo que los caldos de huesos se han convertido en una de las mejores opciones para servir a la hora de sentarse a la mesa.
Fabiola Guajardo te dice la forma de prepararlo, y hacer con éste desde cremas hasta sopas.
Incluirlo como parte de tu alimentación diaria sin duda te treaerá muchos beneficios.