Mientras preparaba algunos de los platillos para degustar, Sergio Esquivel hablaba sobre su experiencia profesional en gastronomía, el gusto por el arte culinario y hasta de aquella ocasión en la que Mijaíl Gorbachov le pidió una salsa que le regresó en repetidas ocasiones, porque no era lo suficientemente picante. Un poco frustrado por la inconformidad, el chef decidió agregarle chiles habaneros, lo que por fin satisfizo al ex presidente de la entonces Unión Soviética. Por supuesto, que esa salsa la sigue elaborando y la bautizó con el nombre del político ruso.
Considerado uno de los 35 mejores chefs de México, Esquivel dio una plática demostrativa sobre “Gastronomía Mexicana, patrimonio de la humanidad”, el 30 de julio a partir de las 17:30 horas, en una de las salas del Consulado de México en McAllen.
Apoyado por su equipo de asistentes: Juan Garza, Noé Chávez, Michelle Arévalo y Stephanie Méndez, invitó a los presentes a jugar, a divertirse, porque la comida para él, eso era; una fiesta de sabores, aromas, texturas y colores.
Vestido con una filipina arremangada en la que al frente sobresalía la estrella Michelin, resaltó que en el año 2010 la comida mexicana recibió la distinción de ser considerada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Orgulloso, señaló que es la primera cocina que recibe este reconocimiento, no solamente como platillo sino como
sistema alimentario.
De acuerdo a las palabras del cónsul y anfitrión del evento, Guillermo Ordorica Robles, el chef Esquivel es un innovador natural, un científico que todavía corta la cebolla para autentificar su sabor.
Y si de hablar de comida se trata, la mesa es un punto de encuentro que el funcionario de gobierno no dejó de mencionar: “Todo lo hacemos en torno a una mesa, a los alimentos. Cerramos un trato con un café en la mano, nos reunimos con los amigos mientras tomamos un trago, nos juntamos en familia para degustar una buena comida… Tiene un significado que va más allá… que tiene una vinculación religiosa con la representación de “La Ultima Cena”, la última ocasión en la que Jesús de Nazareth se congregó con sus doce apóstoles para compartir el pan y el vino”.
Por su parte, la directora para el sureste de Estados Unidos del Consejo de Promoción Turística, con sede en Houston, Patricia Herrera, y en coordinación con el consulado, proyectó un video sobre la riqueza cultural de la gastronomía mexicana, en base a la campaña de difusión “Vivirlo para creerlo”.
Y mientras los asistentes daban una probadita a la comida preparada por el chef, reconoció Esquivel que 30 minutos eran insuficientes para hablar de la riqueza culinaria de nuestro país, ya que cada uno de los 32 estados que conforman México tienen sus propios ingredientes, recetas e historia.
Alrededor de las 20:00 horas, el olor de la comida y la sonrisa del chef y sommelier eran evidentes, al observar los rostros de satisfacción de los comensales; al final, la idea fue llevarse un buen sabor de boca.
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