No falta quién le tenga miedo a la comida mexicana porque considere que es “engordadora”, pero no es así. Son platillos completos en cuanto a los nutrimentos que aportan, aunque lo importante es cuidar la preparación de los mismos y saber cómo combinarlos. Aquí un ejemplo:
Charola de fajitas
INGREDIENTES:
1 pimiento rojo, cortado en rodajas.
1 pimiento verde, cortado en rodajas.
1 pimiento amarillo, cortado en rodajas.
2 racimos de cebollitas de rabo enteras.
2 libras de filete cortado en tiras de 1/2 pulgada.
2 cucharadas de aceite de aguacate.
3 cucharadas de condimento para tacos.
2 cucharadas de chile en polvo.
El jugo de una lima.
Guarniciones: queso rallado, aguacate, salsa, crema agria.
PREPARACIÓN:
Precalentar el horno a 400 grados F.
Rociar el aceite de oliva en una sartén grande.
Agregar las cebollitas y los pimientos junto con el condimento para tacos, el pimentón, el chile en polvo, el jugo de lima y el filete.
Con las manos o un par de pinzas mezclar todo hasta que la carne y las verduras estén bien incorporadas.
Reservar la carne, y hornear las verduras por cinco minutos.
Volver a incorporar la carne a las verduras y hornear por diez minutos más o hasta que las verduras se ablanden y el bistec se haya dorado por fuera. Cuidar de no cocinar demasiado la carne, para evitar que se seque, y probar para asegurar que esté bien cocido.
Servir al gusto con aguacate, crema, queso y salsa.
Lo tacos se pueden hacerse con lechuga o tortillas bajas en carbohidratos.