Fue en un Starbucks donde Bárbara Quiroga Plata y Davender Kanwar se conocieron. El encuentro fue planeado ya que unos amigos en común consideraban que harían una buena pareja. Sus pronósticos fueron acertados; siete años después se casaron: Bárbara es mexicana y Dave, hindú. Para ellos con respeto y amor no hay diferencias culturales. Antes de la cita a ciegas, su amiga le llamó a Bárbara y recomendó muy bien a quien pensaban presentarle.
Lo definió como un amigo de buena familia, respetuoso, trabajador y de buenos valores. Llegó tarde, pero Dave estaba sentado esperándola. El click fue inmediato. Durante un mes se frecuentaron como amigos. No hubo poses y dejaron muy claro cómo sería su vida juntos. Qué religión practicarían, si tendrían hijos, cómo serían criados, donde vivirían, si ella dejaría de trabajar, pero sobre todo cómo llevarían su matrimonio.
A pesar de que Dave es el único de su familia que nació en los Estados Unidos, se rige por las costumbres que le inculcaron sus padres, herencia de sus antepasados. En cuanto a valores coincidían que Dios, la familia, el trabajo, la integridad, el respeto y el amor los unían. Después de un mes en el que pusieron las cartas sobre la mesa, le pidió que fuera su novia con una rosa en la mano. “Yo sé que el noviazgo es para conocerse mejor, pero yo en serio quiero casarme contigo”. le dijo Dave. Bárbara entre risas comentó que le pareció adorable.
WILL YOU MARRY ME?
Así en noviembre del 2011 iniciaron su noviazgo. Después de siete meses en la Isla del Padre se encontraron y con la puesta del sol como escenario y tomados de la mano, mientras caminaban, en la arena estaba escrito con pétalos de rosa: Will you marry me?
”¡Claro que si!”, respondió Bárbara.
Los preparativos de la boda iniciaron casi de inmediato y fue una total locura porque en ambas culturas la preparación es diferente, pero pudieron ponerse de acuerdo con respeto y sin herir susceptibilidades.
Sobre la ceremonia religiosa acordaron que sería por las leyes católicas. Pero también realizaron una boda hindú, sin validez, con el fin de honrar a sus antepasados y ella accedió.
Dave profesa el sikhismo. Al igual que los católicos creen en un único Dios y reconocen a Jesús como un mensajero.
Coincidieron además que su matrimonio y sus hijos estuvieran cobijados en la fe católica.
Siguiendo la tradición mexicana, los Kanwar hicieron la petición formal de mano en la residencia de la familia Quiroga Plata. Momentos después el padre de Dave, dirigiéndose a la novia le mostró un vestido comprado por él y su esposa, para la mujer que se casaría con Dave. Se trataba de un hermoso vestido rojo con detalles bordados a mano en hilo de oro. Además su suegro le mandó traer de la India un hermoso vestido de un diseñador hindú con detalles bordados a mano, con pequeñas piedras e hilos de oro, en color perla, respetando la tradición mexicana, para que lo luciera en la recepción de la fiesta de bodas. Después se pondría el vestido de novia tradicional.
EL GRAN DÍA
La novia sorprendió a todos sus invitados al entrar a la iglesia católica con el hermoso vestido en color perla y para continuar con la tradición americana: con algo viejo, nuevo, prestado y azul. El día siguiente se llevó a cabo la ceremonia para honrar a los antepasados de su marido. Aquí lució el vestido rojo. De acuerdo a sus costumbres la novia debe esperar dentro del templo acompañada por los suyos.
Mientras tanto, afuera, los hindúes celebraban que tendrían a una nueva integrante y la familia crecería. Así que Dave, montado en un caballo blanco, rodeado de sus parientes, daba una vuelta por el templo para después entrar y continuar con la ceremonia. La boda salió hermosa, fue en un lugar cerca de la la Isla del Padre, donde los recién casados lucieron el traje y el vestido tradicional en las bodas americanas. Convertirse en padres del pequeño Dave los ha unido más.
No fue fácil, pero el 12 de agosto del 2016 lo tuvieron entre sus brazos.
Desde entonces se ha convertido en la luz de la pareja, quienes lo educan con el buen ejemplo. Que sus padres sean de dos culturas diferentes, lo enriquece y le demuestra que el amor lo une todo.