Desde pequeña junto a su madre, Hannia ha sido parte de una historia de vida en la que se ve como protagonista en los escenarios.
Para Hannia Valle Rosales la actuación empezó como un juego. Una actividad natural propia de una niña que compartía con su mamá divertidos momentos.
Sin embargo, una presentación casual en un centro de entretenimiento le cambió la percepción de lo que hacía sin mayores pretensiones: se aprendió una pequeña historia de diálogos cortos, se enfundó en un hermoso vestido y subió a un escenario.
Desde entonces, sin proponérselo y con apenas cinco años de edad, su futuro empezaba a definirse en la actuación .
ENTRE TEATRO Y TÍTERES
Hannia es la única hija del matrimonio formado por Isaías Valle y Tania Rosales de Valle . En su juventud su madre, como pasatiempo, fue actriz; le encantaba.
Para entretener a su pequeña confeccionaba títeres a los que les “daba vida propia”.
Era normal para Hannia a sus escasos cinco años de edad. Incluso con ayuda de su esposo y su familia, en la celebración del segundo cumpleaños de Hannia montó un escenario para el show de la fiesta y elaboró un precioso vestuario. Adaptó una historia basada en “El Mago de Oz” donde su hija fue la protagonista.
La obra se llamaba: “Corazón de carne” y trataba acerca de unos amigos en busca de ese corazón que poseía la pequeña niña.
“En ese entonces Hannia no se tuvo que aprender nada, solo tenía que hacer algunos movimientos o decir ciertas palabras, pero esa es oficialmente su primera obra de teatro”, comentó Tania.
EN EL ESCENARIO
A la edad de cinco años Hannia y su familia visitaron Kidzania, en Monterrey, un centro de entretenimiento donde los pequeños pueden experimentar más de cien emocionantes profesiones. En una de las áreas había un teatro, donde fue invitada a representar un personaje, le proporcionaron el vestuario adecuado y unas líneas de diálogo que debió aprenderse.
“Fue mi primera experiencia arriba de un escenario y me encantó”, comentó Hannia.
Después de su participación le sugirieron continuar el recorrido por Kidzania, pero Hannia no quiso, y volvió a formarse en fila para que le asignaran otro personaje; quería el papel principal.
Como había estado todo el día insistiendo participó en el cuento de “Alicia en el país de las maravillas”.
“Fue en ese momento que supe lo que quería hacer: teatro”.
‘QUIERO SER ACTRIZ’
A su regreso a casa de Monterrey, tan emocionada estaba que le expresó a su mamá su interés de ser actriz.
Y así empieza. Sus primeros pasos los da con con la maestra Norma Valenzuela en el Laboratorio de Artes escénicas en donde además estudia ballet.
A la edad de 10 años tiene la oportunidad de interpretar el papel de Marie en la obra montada por la maestra Norma, “El Cascanueces”, que se presenta en algunas ciudades del Valle de Texas.
Como parte de su preparación ha participado en talleres, entre los cuales el que impartió el productor y director Juan Osorio y el director Aurelio Ávila en la ciudad de Monterrey: “Técnicas de actuación para televisión”. También en el “Taller de improvisación teatral básica por la escuela Mexicana de Impro”, dirigido por el maestro José Luis Saldaña.
Además del “Taller de ballet del Joffrey ballet School Summer audition tour”, por parte de la Escuela Superior de Música y Danza.
Después fue parte del grupo de teatro Tomás Urtusástegui, a cargo de la maestra Martha Valdivia, con quien se presentó en el concurso de teatro Rafael Solana con su más reciente obra: “No tocar”, con la que recibió el primer lugar.
También participó en una lectura dramatizada junto a Mario Treviño en la Feria del Libro en Cuba, compartiendo créditos con su mamá. Ambas actuaron en la obra: “La unión hace la fuerza” con el grupo “De puro corazón”.
De manera especial fue parte de la obra de teatro: “Quiero vivir en el palacio” a cargo del grupo Vida Nueva, realizada en Alabama, Estados Unidos.
‘NO TOCAR’
Para Hannia la obra de teatro que está haciendo junto a Margarita Reséndez y Martha Valdivia ha sido un reto y una gran oportunidad de demostrar su talento , ya que el tema que se aborda es fuerte.
Cuenta sobre una niña de ocho años que sufre abuso sexual por parte de un familiar y María, que es el personaje principal, busca el consejo de su amiga Liz.
“Hasta ahorita este ha sido el personaje más difícil que he tenido que interpretar porque ponerme en los zapatos de María, sin yo haber vivido nada parecido no fue fácil”, comentó.
Esta puesta en escena la llevó al lugar número uno en el primer festival de teatro hecho por niños, niñas y jóvenes en Guanajuato.
Pero no ha sido la única ocasión en la que es parte de una obra similar, también lo hizo en una lectura dramatizada que hablaba sobre la violencia intrafamiliar; le costó trabajo pero salió adelante.
Cada personaje requiere de una preparación y su tiempo, es por eso que combinar las clases de la escuela con el teatro le ha resultado un poco difícil, por lo que en algunas ocasiones ha tenido que pedir oportunidad a los maestros de la escuela para faltar. Es por eso que aprovecha el tiempo en los ensayos para estudiar.