A más de un año de haber iniciado la pandemia, entre las personas aún hay incertidumbre por las variantes de la Covid-19 que han proliferado.
Y aunque una parte importante de la población ya está vacunada, persiste un estado de ansiedad.
De acuerdo a la psicología Jennifer De León Vázquez la mente le juega a las personas malas pasadas y hace que la preocupación, el miedo y la extrema inseguridad se apoderen del día a día con tanta información que se difunde sobre todo a través de las redes sociales.
La especialista explica que la ansiedad está en todas las personas, con la única diferencia de cómo la educa cada quien.
“Esta pandemia nos vino a cambiar todo. Cortó nuestra rutina diaria lo que provocó ese sentimiento de ansiedad en muchos de nosotros”, considera.
¿Cómo podemos superar la ansiedad?
¿Qué es la ansiedad?
Es una reacción emocional normal necesaria para la supervivencia de los individuos y de la especie.
No obstante, las reacciones de ansiedad pueden alcanzar niveles excesivamente altos o pueden ser poco adaptativas en determinadas situaciones.
Es también una reacción normal al estrés.
La ansiedad ha venido a mostrar que tenemos que soltar algo, trabajar en nosotros mismos.
Quizás sea momento de hacer un autoanálisis para saber cómo están las áreas laborales, académicas, amorosas, interpersonales y familiares, entre otras.
¿Cuál es el motivo?
El cerebro manda una señal al cuerpo de que se está en peligro, ya sea por un pensamiento negativo o por una necesidad física no cubierta, un riesgo emocional percibido, la memoria de algún trauma o un evento doloroso.
La pandemia y el corte de nuestras actividades normales dio oportunidad a que la ansiedad se manifestara, ya que el cuerpo se sentía en peligro constantemente.
¿Cómo detectarla?
Los síntomas son: inquietud o sensación de estar atrapados, fatiga, dificultad para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular y problemas de sueño.
De manera más alarmante: vértigo, mareos, sudoración, taquicardia, sequedad en la boca, temblores, respiración acelerada y aprensión.
¿Cómo ayudar a otra persona?
Se debe tomar en cuenta que es normal sentir un poco de ansiedad, siempre y cuando no interfiera con la vida diaria durante largos periodos.
La forma de ayudar a otra persona con ansiedad es
acercándose a ella. La manera en que nos dirigimos a un amigo, un familiar o un compañero siempre es diferente, por eso se debe considerar el tipo de relación que se tiene.
Hacer preguntas y averiguar cómo se siente, para continuar con preguntas claves.
Escuchar. A veces solo necesita ser escuchado.
Sugerir recursos para ayudarlo y que la persona acepte.
Auxilios emocionales
A la primera ayuda que se le brinda a una persona que está afectada ante una crisis de ansiedad se le llama primeros auxilios, y obedecen al miedo, tristeza, angustia, llanto y dolor.
No se requiere ser profesional de la salud emocional para poder efectuarlos, y aunque la técnica es sencilla y práctica se requiere de un entrenamiento básico.
Si la crisis es muy fuerte lo mejor es pedir atención a un profesional, en caso contrario se puede probar con lo siguiente:
– Ejercicios de respiración: inhalar siempre por la nariz tratando de hinchar tu abdomen y exhalar por la boca dejando que tu mente se tranquilice.
– Hacer deporte. Mantener el cuerpo ocupado distraerá también a la mente. Además de liberar endorfinas, lo que provoca felicidad.
– Hablar con amigos. Ver gente o solo mantener una conversación provoca un sentimiento de tranquilidad y compañía.
– Caminar. Aunque solo sean 15 minutos cerca de casa.
– Meditar. Además de ayudar con la respiración permitirá que la mente deje de divagar y logrará calmar un poco.
– Establecer horarios. Levantarse y dormir a la misma hora. Hacer las comidas en un horario regular. Esta rutina mantendrá a salvo al cuerpo.
– Escribir. Una manera de mantener la mente equilibrada es dándole trabajo, se puede empezar con escribir cómo ha sido el día para liberar pensamientos.
– Técnica Grounding o hacer base. Respirar profundamente tratando de hinchar el abdomen, por tres tiempos. Hacerse presente observando alrededor cinco cosas que miras, cuatro que puedes tocar, tres que puedes escuchar, dos que puedas oler y una emoción que puedas sentir.