El trastorno de la personalidad Narcisista (TPN) tiene ciertos rasgos característicos fáciles de identificar, es cuestión de poner un poco de atención a las personas con ciertas actitudes o conductas que los destacan del resto de las demás.
Aunque algunas con las que compartimos a diario pareciera que padecen TPN, no se podrían definir como narcisistas, ya que deben presentar ciertas conductas muy específicas, y tener por lo menos cinco de estas características:
•Se creen superiores a todos los que le rodean. Este tipo de personajes muestran una conducta arrogante y prepotente; generalmente demandan la mejor atención a los lugares a donde van y exigen privilegios que los distingan de los demás, mostrando un excesivo afán de protagonismo.
•No escuchan. Su mundo se reduce a lo que ellos piensan o sienten y no son capaces de escuchar las necesidades de los otros. Si en una reunión están conversando en grupo, el narcisista debe sobresalir en ella, haciendo alusión a sus triunfos y logros, la mayoría de las veces inflados por su fantasiosa imaginación.
•Son mitómanos. La mayoría de sus palabras van plagadas de mentiras que llegan a un punto en el que las repiten tantas veces, con tanta contundencia y recrean la misma historia (aunque no sea verídica), que hasta ellos mismos la toman como cierta. Generalmente hablan sobre sus logros personales, formación, familia, e incluso de pareja. Tienden a ser infieles por la misma facilidad que les da mentir y sostener una mentira.
•Son envidiosos. Tienden a envidiar todo lo que ellos no pueden ser o tener. Por ejemplo: la astucia de un vendedor, la elocuencia de un orador, el carisma de un compañero de trabajo, la belleza de una amiga, etc. O lo disfrazan suponiendo que los demás le envidian todo lo que posee.
•Son fantasiosos. Hablan de lo grandiosa que es su vida, su entorno, su familia; presumen de viajes, compras, negocios, logros financieros o de una excelente relación con sus ex parejas. Maximizan su imagen de una persona equilibrada, feliz y exitosa, y con la facilidad que dan ahora las redes sociales utilizan estos medios para difundirlo en su entorno de amistades o personas más allegadas para obtener la adulación que satisfaga su disminuida autoestima.
•Son egoístas. Carecen de empatía ante el dolor o sufrimiento de los demás. Evitan mostrar su vulnerabilidad al preferir señalar los defectos de los otros para no verse débiles, ya que no toleran las críticas.
•Son adictos. Ya sea a las compras (generalmente de marcas reconocidas), al alcohol, a las drogas, a las fiestas excesivas, al sexo, y a los juegos de azar o apuestas, por la necesidad de sentir euforia y, de esta manera, amortiguar sus vacíos afectivos o existenciales.
•Son abusadores. Acostumbran a aprovecharse de las personas empáticas, nobles y de buenos sentimientos para “sacar jugo” de la relación con ellos, ya sea porque les da status social o porque obtienen algún beneficio de manera personal o profesional.
•Son lobos vestidos de ovejas. Se dan a conocer como personas compasivas, generosas y llenas de virtudes; actitudes que se encargan de mostrar ante su círculo de conocidos a su entorno familiar, laboral o de amistades. Su finalidad es ganarse la confianza para posteriormente lograr objetivos premeditados.
•No reconocen su trastorno. Al sentirse superiores a los demás, una característica con la que están muy acostumbrados a vivir, minimizan sus actitudes al reconocer a los demás como inferiores y con pocas aspiraciones, muy diferentes a él.
En la próxima columna escribiré sobre las etapas del narcisista en la relación de pareja.