En otoño y para el Día de Halloween las calabazas de Castilla se convierten en un platillo especial pero también en un elemento de decoración y diversión.
El famoso pumpkin pie le da el sabor dulce, mientras que en la entrada de las residencias algunas calabazas anaranjadas con ojos, nariz y boca parecen recibir a los invitados.
Llamadas también de invierno, son de cáscara dura por lo que permanecen intactas durante meses, y hasta diciembre suelen estar en las mesas y entre los ornamentos de la temporada.
También son muy codiciadas para tomarse fotos con la familia y los niños, ellos sonríen entre estas regordetas frutas dulces.