Cada año en las vacaciones que dan por terminado el ciclo escolar, algunos padres de familia inscriben a sus hijos en los campamentos de verano con la finalidad de que su tiempo libre lo ocupen en actividades recreativas, deportivas y culturales.
Hay quienes deciden viajar a otra ciudad y disfrutan de unos prolongados días de reposo, principalmente en la playa o en el campo, circunstancias que, sin lugar a dudas, favorecen la convivencia entre los miembros de la familia.
En Reynosa y el Valle de Texas es común que los colegios, centros de entretenimiento y establecimientos donde se imparten cursos de alguna especialidad programen cada año actividades en verano dirigidas a los niños.
Durante varias horas desarrollan sus habilidades en la pintura, la música, los deportes, la cocina y hasta el cuidado de las plantas, de una forma divertida y sin tanta formalidad.
Para conocer los principales beneficios de los campamentos de verano en el desarrollo integral de los niños, Erica Avila, especialista en recreación y estudiante del doctorado en Ciencias de la Educación por el Instituto Nacional Académico de Actualización y Capacitación Educativa (Inace), campus Ciudad de México, habló al respecto.
En un campamento de verano, indicó, los niños en edad preescolar y escolar tienen la oportunidad de experimentar de forma creativa, novedosa y educativa-formativa las actividades en grupo.
Explicó que de manera cooperativa los participantes persiguen el cumplimiento de un logro o meta, en el que se utilizan los recursos del medio ambiente en algunos casos, para contribuir a su desarrollo físico, social, mental y espiritual.
Durante el campamento, comentó, se desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje, una experiencia educativa con fines recreativos bajo la dirección del personal especializado.
Las actividades suelen ser al aire libre, aunque en ciudades como Reynosa y el Valle de Texas el clima caluroso puede hacer necesario el uso de instalaciones acon