POR VIRIDIANA LEAL
FOTOS CORTESÍA
“Me considero mexicana, pero también
soy americana. Trato de inculcar ambas culturas a mis hijos, y al igual que yo, se sientan orgullosos de sus raíces. Estoy orgullosa de ser Texicana y quiero que lo sepan”.
Ad hoc a la idiosincrasia de la gente mexicana radicada en Estados Unidos surgió “Texicanas”, un reality show que refleja la forma como se adaptan seis amigas a un nuevo estilo de vida en Texas, frontera con México.
La cadena de televisión Bravo transmite un episodio por semana solo en Estados Unidos desde el 7 de mayo.
Entre las protagonistas está Lorena González de Martínez, hija de padres mexicanos, representa a Reynosa y McAllen, ya que nació en esta ciudad.
Algunas nacieron en el Valle de Texas y son hijas de padres mexicanos, otras son mexicanas radicadas en el “otro lado” y ahora ciudadanas.
Ellas son: Penelope Ayarzagoitia (Weslaco), Karina Ramírez (Brownsville), Mayra Farret (Celaya), Anayancy Nolasco (Piedras Negras), Luz Ortiz (Sonora) y Lorena González (Reynosa-McAllen).
¿QUIÉN ES LA TEXICANA?
Lorena vivió su infancia y parte de su adolescencia en la ciudad de Reynosa, donde tiene recuerdo imborrables. Es hija de Juan Eliseo González y Mona Echazarreta.
Cursó la primaria en el Colegio Mexicano en Reynosa donde hizo grandes amistades.
La preparatoria la cursó en la escuela Sharyland en McAllen, a la edad de 16 años.
Tres años después, a los 19, se casó con Ignacio Martínez con quien lleva 16 años de matrimonio y procrearon dos hijos: uno varón y una niña.
Desde hace 10 años se mudaron a San Antonio, donde actualmente radican.
VALLE ALTO BICULTURALES
Por medio de sus amigas Lorena supo del proyecto de televisión. Se trataba de un grupo de amigas con ambas culturas.
Bravo buscó reflejar el modus vivendi de las mujeres con raíces mexicanas en los Estados Unidos. Desde su forma de hablar (dos idiomas) y modismos, relaciones interpersonales y alimentación, etc.
El año pasado se grabó el programa, pero apenas hace unas semanas se iniciaron las transmisiones.
La premier se llevó a cabo en un bar de San Antonio, Texas, donde el elenco con sus familias se reunieron. Los medios de comunicación fueron testigos del primer capítulo de los ochos episodios del reality.
INCÓMODA PRESENCIA
No hay un guión y el papel que debes interpretar es ser tú misma en tus actividades cotidianas, así que la primera vez que entraron las cámaras de televisión al hogar de la familia Martínez le resultó incómodo a Lorena.
Estaba nerviosa, porque además no estaba acostumbrada a ser el centro de atención.
Reconoce que fue complicado al principio pero se acostumbró.
“No se puede fingir ser una persona que no eres las 24 horas del día. Por eso llegó un momento en el que la presencia de las cámaras me resultó molesta o incómoda. No es posible transmitir algo que no eres, así como me ven soy en realidad”, justificó.
Platicó que tan sólo fueron algunas semanas de grabación, y hubo momentos desapercibidos de que los estaban filmando.
UN POCO DE DRAMA
Es un reality y por tanto se muestran los típicos problemas de mujeres con los hijos, el marido y el trabajo.
Lorena refleja a la mujer tradicional mexicana o la típica ama de casa socialité, ya que cuida a su familia pero no se pierde las reuniones con sus amigas.
Hay insultos, peleas, discusiones, reconciliaciones, confesiones y todas las situaciones que pueden confrontar las amigas cualquier día y en cualquier momento.
”Es por eso que resulta divertido, porque estás viendo a mujeres reales teniendo su propia vida”, consideró Lorena.
Cada una de ellas tiene una historia que contar y no siempre es color rosa.