Después de audicionar para formar parte del Ballet Folklórico de Amalia Hernández, Bertha Dueñas tiene la oportunidad de presentarse en uno de los escenarios más importantes del mundo: Bellas Artes.
POR VIRIDIANA LEAL
El baile folklórico es una de las más bellas maneras de honrar la cultura mexicana, y fue precisamente una de sus mayores exponentes, Amalia Hernández, la que lo llevó por el mundo.
Pertenecer al Ballet Folklórico de México dirigido por esta bailarina y coreógrafa, sin duda, es un honor del que pocos pueden presumir.
Para Bertha Dueñas De León ser parte del grupo fue un sueño hecho realidad.
SUS PRIMEROS PASOS
Apenas tenía dos años de edad cuando la reynosense descubrió su pasión por el baile.
Acompañaba a su mamá San Juana De León a la escuela donde trabajaba como docente. Justo en ese momento bailarines del Ballet Folklórico de Tamaulipas, dirigido por Raúl Ríos, tenían una presentación.
Se emocionó tanto Bertha que decidió unirse al grupo, pero por su edad no podría ser aceptada. El maestro le sugirió que tomara una clase muestra. La sorpresa fue que la niña, a sus dos años de edad, soportó el ritmo así que empezó a tomar clases de ballet.
Con los años se interesó por las clases de
teatro, jazz y artes plásticas en la Casa de la Cultura de Reynosa. Continuó preparándose en lo que para ella era un pasatiempo divertido.
RUMBO A LA CIUDAD DE MEXICO
Al terminar su ciclo en el ballet Tamaulipas, ingresa al grupo folklórico de la Valle de Bravo, Cuautli, además de incursionar en otros géneros de danza.
Durante la preparatoria el maestro Taydé Hernández la invitó a explorar el teatro musical. Ensayaba con el grupo José Vasconcelos la puesta en escena Fossi, que se presentó en Reynosa y Matamoros.
Al terminar el ciclo escolar no tenía muy claro el rumbo que debía tomar, así que decidió esperar un año para continuar sus estudios, pero su mamá le sugiere tomar un curso en la Ciudad de México.
Antes de tomar una decisión asistió a una presentación del Ballet Folklórico de Amalia Hernández en el Gimnasio de la UAT. Justo en ese momento, aseguró, se enamoró más de este tipo de baile.
Entonces considera que su ciclo en Reynosa había terminado, era el momento de buscar su sueño en la Ciudad de México.
AL SON QUE LE TOCAN
Bertha Dueñas de León decidió inscribirse en la escuela de Amalia Hernández para tomar clases.
“No me fui sola, mi abuelo Rosendo me acompañó. Era pesado por los horarios quebrados, por la mañana y por la tarde”, comentó.
Así permaneció durante un mes, en el 2007, lo cual le permitió conocer a los coordinadores.
En el verano realizan las audiciones con los interesados en ser parte del ballet, así que Bertha tenía una oportunidad. Le pidieron que bailara “El son de la negra”, y al terminar le hicieron algunas observaciones recomendándole que continuara estudiando.
Pero en una de sus clases un coordinador, Carlos Casados, le dice: “Padrísimo, vente al experimental para que ya te entrenen”.
Después Carlos Antunes, uno de los tres coordinadores artísticos, elige a cuatro personas, entre ellos Bertha, para ser parte de las filas del ballet más importante de México.
Cumplían con el perfil pero debían pulirlos para empezar la siguiente semana.
BELLAS ARTES
Del 2007 al 2009 tiene la oportunidad de presentarse cada semana en el Palacio de Bellas Artes con el ballet de Amalia Hernández ante un público internacional. Bailarines, coreógrafos, diseñadores de vestuarios, expertos en acústica, músicos, iluminadores… todo un equipo de profesionales hacían posible que el escenario brillara y por lo miemos fuera reconocido en todo el mundo.
Al tiempo el Palacio de Bellas Artes se cerró temporalmente, y Bertha decidió cursar la carrera de diseño gráfico, a sugerencia de su padre, Santiago Dueñas.
Salió de la compañía pero junto a otros amigos crearon el grupo “Noreste de México”.
En el 2015 terminó su carrera y realizó un diplomado, pero volvió por un breve periodo a la compañía.
CREA SU ESCUELA
En Reynosa decide crear su propia escuela de baile a la que llamó: “Noreste”. Su finalidad fue formar nuevos bailarines sin importar la edad, además de crear su propio Ballet Folklórico del Noreste de México.
“Me encanta el folklor, y si puedo compartir con todos esta pasión lo hago con gusto”, mencionó Bertha.
Consideró que como en cualquier otra carrera debe actualizarse, por lo que durante esta pandemia decidió estudiar en línea la licenciatura en danza folklórica en la escuela nacional de Danza Folklórica Citlalciague de Iguala, Guerrero.