FOTOS VÍCTOR BRIONES
MODELO NILZA HURTADO
“… A fin de cuentas: güera, morena, rica o pobre toda la gente acaba siendo calavera”, escribió el caricaturista José Guadalupe Posada, creador de los famosos esqueletos que representan la muerte y la idea de que todos somos iguales.
Sin embargo, fue Diego Rivera el que le dio nombre y forma, y la bautizó como “La Catrina”. Esta dama flaca y elegantemente ataviada con un amplio sombrero, vestido largo y flores por primera vez fue plasmada por el muralista en “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, al lado de Posada, Diego Rivera y Frida Kahlo.
La historia de La Catrina en México empieza durante los gobiernos de Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz.
En sus orígenes, hace más de cien años, el grabador le dio el nombre de “Calavera garbancera” y representaba una sátira a los indígenas que se habían enriquecido y menospreciaban sus orígenes y costumbres; además a las clases privilegiadas. Se hacían dibujos de cráneos y esqueletos que se empezaron a reproducir en los periódicos llamados de combate. Y no se asociaba con la muerte hasta hasta la interpretación posterior de Rivera llegando a trascender con los años a otros países. La Catrina es tan famosa que se ha convertido en la musa de diseñadores que la han llevado a desfilar a sus pasarelas, y tiene más de cien nombres con los que se le conoce, entre los cuales: Huesuda, Calaca, Parca, Dama de Negro, Santa Muerte, Novia fiel, chimuela, pelona.
DÍA DE LOS MUERTOS
El 1 y 2 de noviembre en México se celebran el Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos. La fiesta dedicada a los muertos, de origen prehispánico, es una de las más importantes en el país, es parte de la idiosincrasia y cultura popular donde la muerte es algo mucho más familiar. Se le rinde culto, se bromea y convive con ella, se le llora, se le hacen peticiones. Los mexicanos han aprendido a convivir con la muerte y cada año se montan altares en su honor.
Ya lo diría el célebre premio Nobel de Literatura, Octavio Paz: “Nuestro culto a la muerte es culto a la vida”.
Algunas religiones consideran que el difunto ha partido a un viaje astral, y su espíritu es el que viaja y regresa cada día de su muerte física para disfrutar de su comida preferida, quizás un tarrito de mezcal o de pulque, frijoles negros con epazote y el atole caliente que disfrutaba al regresar de trabajar, mientras se fumaba un cigarro.
Incluso el museo de las momias está en Guanajuato, un estado con un subsuelo rico en nitratos y alumbre, minerales que permitieron que los restos de las personas ahí enterradas se momificaran. Los cuerpos, exhumados entre 1865 y 1989, se exhiben en las vitrinas.
LA VIDA EN EL MÁS ALLÁ
Tanto para los mayas como para los aztecas, y el resto de las culturas prehispánicas, la muerte era tratada con respeto y sin temor.
Para los primeros no era un destino final, sino el devenir constante, por ello, hay fases de destrucción y fases de creación. Consideraban los huesos símbolo de firmeza, fuerza y origen, por lo que uno de sus rituales es exhumar el cadáver, limpiar los huesos y colocarles polvo de cinabrio, un mineral rojo, color que representa el renacimiento y se le relaciona con el este, lugar por donde nace el sol.
Un ritual que representa la vida en el más allá, la inmortalidad.
Para los aztecas todo giraba alrededor de la dualidad vida-muerte.
HALLOWEEN
Aunque son diferentes las celebraciones del Día de Muertos en México y el Halloween en Estados Unidos, coinciden en la creencia de que retornan los espíritus.
En la frontera por la vecindad con la Unión Americana se comparten estas dos tradiciones a veces confundiéndolas, por lo que es importante aclarar el significado de cada una para ayudar a preservarlas.
Halloween proviene de la expresión inglesa “All Hallows Eve” que significa “víspera de todos los santos”, y es de origen celta de Samhain, consideraban que los dos mundos se separaban por una pequeña línea.
También conocido como noche de brujas se celebra desde 1840 el 31 de octubre.
Los niños, principalmente, acostumbran a disfrazarse de personajes terroríficos para ahuyentar a los espíritus que regresan en esas fechas. Creen que los espíritus regresan en forma maligna provocando miedo, a diferencia del Día de Muertos en los que se les organiza un gran recibimiento, una fiesta de bienvenida.
El acto de pedir dulces con la frase “truco o trato” hace alusión al intercambio que se puede hacer con los espíritus malignos.
Contrario a lo que se pudiera pensar, “La Catrina” sigue tan viva como la tradición de celebrar a los muertos en México. No solo en el país se habla de ella, ha dado la vuelta al mundo y cada vez cobra más vida.
Un día para ofrendar
> El Día de Muertos se cambió a principios de noviembre para que coincidiera con del Día de todos los Santos y Todas las almas.
> Además de ofrendar se trata de rendirle tributo a los seres que ya fallecieron.
> Las veladoras y flores son para atraer y guiar a las almas en su regreso al plano terrenal.
> Las ofrendas son coloridas, con papel picado, flores, comida… como símbolo de alegría por su regreso.
> La flor representativa es el Cempasúchitl, y su color amarillo intenso y aroma se cree que ayudan para atraer a las almas.
> Con el tiempo disfrazarse de Catrina se ha hecho popular.
> Las calaveras de azúcar y el pan de muerto son muy consumidas en estas fechas.