POR ALEJANDRA ARELLANO / VIRIDIANA LEAL
Hace unos meses todo parecía ser “normal”. Recibíamos el 2020 después de un año de asistir a fiestas y celebraciones… como siempre.
De pronto y sin siquiera imaginarlo la palabra coronavirus contagió al mundo. Nadie esperaba sus dimensiones.
Incredulidad, temor, miedo, asombro, ansiedad, estrés, incertidumbre… ¿Qué estaba pasando? Difícil de creer, pero el confinamiento era necesario por motivos de salud.
Después de permanecer semanas en casa nada es igual. ¿Qué experiencia nos ha dejado? Sin duda, valorar lo que antes parecía insignificante.
Las cosas simples son valiosas
“En medio de esta pandemia es que he valorado muchísimo las cosas sencillas, lo pequeño, el detalle, un café para platicar, salir al parque a correr, hacer ejercicios en un gimnasio y hasta una simple siesta. Aprendí a resignarme y entender que estar en casa era la única manera de salir adelante.
Me marcó no poder compartir con nuestros seres queridos el nacimiento de mis sobrinos. Permanecer con mi hermana en el hospital sin recibir vistas.
Ahora solo tengo estas dudas: ¿cómo será todo en la era post-Covid? ¿Seguiremos agradeciendo a los profesionales su esfuerzo? ¿Continuará la ola de acciones solidarias? ¿Podremos juntarnos en grandes masas?”.
Celina Donada.
Valorar lo que tuvimos que perder
“Hace más de dos meses el mundo se paralizó. Lo que creíamos imposible se hizo realidad: grandes empresas a nivel internacional detuvieron sus actividades, animales que estaban escondidos resurgieron en el día, y algunos cielos grises hoy dejan ver sus estrellas.
Nos dimos cuenta que el balance de nuestras vidas estaba roto, aquella rutina interminable para que todo saliera perfecto estaba acabando con el poco tiempo que teníamos para compartirlo con nuestros seres queridos. Los pequeños hábitos de la vida tan valiosos y esenciales que olvidamos o que tuvimos que olvidar.
Para algunos trabajar desde casa nunca fue tan enriquecedor. En tu descanso puedes ver a tu familia, aprendes a encontrar la mayor productividad, adoptas la autodisciplina con responsabilidad individual y concretas metas internas adaptándonos a la nueva modalidad: la cuarentena.
Eso y más nos llevamos para recordar, pero valorando lo que tuvimos que perder, y en un futuro nos espera para encontrarnos… muy pronto.
Gabriela Ramírez
Crecimiento espiritual
”En esta cuarentena he aprendido a conocerme y a vivir el día a día. La importancia de estar en paz conmigo misma y de siempre buscar ser mejor persona.
Considero que para todo crecimiento debemos de pasar por una crisis, por lo que estoy segura que saliendo de esta, si nos lo proponemos, podemos ser mejores de como éramos y crecer muchísimo emocional y espiritualmente”.
Avelina María Escobar Isassi.
Expresar
lo que siente
“Con esta pandemia he aprendido a no dejar las cosas para después, desde una palabra de amor, hasta un proyecto”.
Tey Sáenz.
Agradecer por tantas bendiciones
“Tiempo de agradecer y reflexionar. Tan felices que éramos y no queríamos darnos cuenta. Vivíamos tan de prisa y teníamos todo, mas sin embargo no apreciábamos la vida. Ahora extrañamos poder ir a trabajar, ver a nuestras familias, convivir con nuestros amigos, lo cotidiano, los domingos de misa…
Sin embargo, agradezco a Dios todas las bendiciones, estar bien de salud, tener a mi hijo conmigo, que mi familia, aunque lejos, goza de salud, pero sobre todo, estoy muy pero muy agradecida de tener pan en mi mesa.
Es tiempo de reflexionar y valorar las cosas realmente importantes: la familia, los amigos, la salud emocional y física”.
Mely Molina.
Oportunidad para ayudar
a los demás
“En un principio fue difícil aceptar esta situación ya que tuvimos que cancelar nuestra luna de miel, pero con el tiempo se abrió una gran oportunidad para que Beto, mi esposo, y yo, pudiéramos conocernos aún más, y reconocer que no somos perfectos.
Su mayor preocupación se centraba en la incertidumbre de no saber qué pasaría con su empresa, pero reflexionamos que teníamos techo y alimentos y preferimos agradecerle a Dios por tantas bendiciones.
Esto nos abrió la oportunidad de ayudar a una comunidad con muchas carencias”.
Melissa Nicole
Estrada de Cantú.
Mejores y más
fuertes personas
“Esta cuarentena queda plasmada en la historia del mundo y tatuada en nuestros corazones dejando una gran enseñanza que nos invita a ser mejores y más fuertes seres humanos, a despertar nuestra conciencia y a vivir intensamente, a sonreír, a renacer, vencer todos nuestros temores, nos fortalece espiritualmente. Nada es más importante que tu vida y lo que te rodea; disfruta y goza a tus seres queridos. Doy Gracias a Dios por recordarme que es el dueño de mi vida y de mi corazón”.
Daty Mariel Pastor.
La adversidad despierta talentos
“Esta contingencia sanitaria me ha servido para tomar cursos en línea sobre temas trascendentes como: inteligencia emocional, uso de herramientas digitales y actualizaciones jurídicas.
Trabajé desde casa con audiencias legales por medio de video conferencias, algo nuevo, que se implementó derivado de esta contingencia.
Estimo que estos tiempos también han contribuido a valorar las cosas buenas con las que contamos y que no nos habíamos percatado de ello. Alguien dijo: ‘La adversidad tiene el don de despertar talentos que en la comodidad hubieran permanecido dormidos“.
Aída Zulema Flores Peña.