Aunque en Estados Unidos el Halloween es una tradición que tiene cientos de años, en México fue apenas en 1950 cuando se consideró una festividad común donde las personas y los niños se disfrazan.
Los pequeños acostumbran salir a la calle y pedir dulces; de negárselos aseguran hacer una travesura.
Cuando comenzó a popularizarse, los disfraces de los protagonistas de películas de terror y personajes de leyendas eran los más usados, pero con el tiempo los súper héroes, diosas de la mitología y hasta artistas famosos empezaron a deambular por las calles.
En la frontera norte del país es muy común que el 31 de octubre por la noche se festeje el Halloween.