Durante el aislamiento en casa, entre las actividades sugeridas para mantener la calma y enriquecer el alma.
POR VIRIDIANA LEAL
Aveces lo único que se necesita es un café y un buen libro para inmiscuirse en un mundo que distraiga a las personas de lo que está afectando al mundo, como es el caso de la pandemia por el coronavirus.
A través de la lectura se puede viajar a lugares lejanos, inimaginables, místicos… conocer personas y hasta seres irreales que hacen que la vida cambie al terminar de leer sus historias.
En las páginas de un libro el lector vive momentos de angustia, intriga, drama, suspenso, miedo, alegría y romanticismo.
Estos días en casa los libros han sido los mejores compañeros, aliados y confidentes.
¿Cuáles fueron los elegidos para leer esta cuarentena?
“Mi novio me recomendó “El Alquimista”, de Paulo Coelho. Lo empecé a leer en mi tableta cuando inició la cuarentena y me encantó.
El tema hace alusión a un pastor llamado Santiago en la búsqueda de su sueño: “leyenda personal.”
El alquimista tiene muchas lecciones: no dejar que el miedo nos gane, confiar en nosotros mismos y no rendirse hasta cumplir nuestras metas.
Este libro me ayudó a reflexionar sobre mis propios sueños y a enfocarme en el presente.
También he estado leyendo poemas de Sandra Cisneros de su libro: “El arroyo de la Llorona y otros cuentos”, para un proyecto de composición; tengo que musicalizarlos para voz y piano”.
Edna Alejandra Longoria.
“Gritos y susurros”, de Denisse Dresse, es una recopilación de historias de mujeres destacadas en diferentes ámbitos, coordinado por Denisse Dresser. Cada una cuenta una historia que le haya marcado la vida.
Tiene dos partes, la segunda lo acabo de comprar en un bazar en la Ciudad de México el año pasado. Por eso te permite releerlo. Cada historia es como un capítulo independiente. Son mujeres en su mayoría de las que puedes aprender mucho. Mi favorita es la de Guadalupe Loaeza y una anécdota sobre Elisa Salinas.
Myriam Cruz.
“Una vida con propósito”, de Rick Warren, desde hace varios años ha permanecido en mi mesa de noche, estaba pendiente de leer. Mi hermano Francisco me lo recomendó y también me lo prestó. Desde entonces tenía la intención de leerlo, se fue pasando el tiempo pero justo ahora en esta etapa de la cuarentena me di a la tarea de leerlo.
Es un libro muy especial, ya que se sugiere terminar un capítulo por noche antes de dormir. Cada uno de ellos te acerca a una lectura donde mezcla versículos de la biblia y te lleva a una reflexión diaria.
Me parece que ha sido sido muy atinado en este confinamiento. El mensaje está muy claro.
Cuarenta noches de lectura con propósito para entender y enriquecer mi vida espiritual desde la perspectiva de Dios”.
Judith Andree.
“Verónica Murguía en el “El camerino”, cuentos clásicos reinventados” invita a otros ocho escritores mexicanos a recrear los cuentos clásicos que el lector que ya conoce, es muy agradable descubrir cómo el cuento clásico no se crea ni se destruye, sólo se transforma.
Historias que ahora nos reinventan con la misma anécdota, pero en otro entorno muy parecido al original o al que vivimos. Esta publicación Incluye dos cómics realizados por Richard Zela, quien con ilustraciones nos cuenta un par de historias que nos dejan sin palabras.
Al respecto la autora dice en el prólogo: ‘Los cuentos de Hadas no mienten… Por eso, porque son tan cercanos, los leemos, los reescribimos y transformamos. Suponemos que nuestras relecturas sólo añaden una nueva rama al árbol de los sueños, ese que crece en el lindero de la razón, ese que marca la entrada al bosque de las hadas”.
Mario Treviño.
“Un montón de escritura para nada”, de Sara Uribe, y “Estancias que por ahora tienen luz y se abren hacia el paisaje”, de Yolanda Segura.
Durante esta cuarentena me he encontrado un poco mejor leyendo poesía, dentro del género: “Un montón de escritura para nada”, de Sara Uribe, y “Estancias que por ahora tienen luz y se abren hacia el paisaje”, de Yolanda Segura. Ambas son poetas mexicanas contemporáneas cuya obra me interesa leer.
También, recién comencé “Carta de una desconocida”, una novela corta de Stefan Zweig, autor vienés nacido en 1881. Toda la novela es la carta que le hace llegar a un escritor, una mujer después de su muerte.
Alisma de León.
“Guadalupe Amor, la undécima musa” es uno de mis libros favoritos y que disfruté mucho en esta cuarentena.
En éste Michael K. Schuessler descubre y describe muchas facetas de la vida y obra de la “Dueña de la tinta americana”, también conocida como Pita Amor. Esta singular tía de la no menos talentosa escritora Elena Poniatowska.
Aquí algo de su obra que la describe tal cual: “Letanía de mis defectos”. Soy vanidosa, déspota, blasfema; soberbia, altiva, ingrata, desdeñosa; pero conservo aún la tez de rosa…”.
Eduardo Calderón.